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Reportaje:

Epidemia en el Barça

Chigrinski es baja por una rotura fibrilar, la 17ª lesión muscular del equipo este curso, y son sólo tres los defensas listos para el Calderón

Jordi Quixano

La retaguardia del Barça está hecha trizas. A cada día que pasa se descuenta un zaguero aquejado de una lesión. Sólo quedan en pie tres defensas del primer equipo -Maxwell, habitualmente suplente; Milito, que ha salido de una lesión muy grave; y Puyol, que esta semana no se ha entrenado al mismo ritmo que el resto-, con vistas al partido del próximo domingo (21.00, Canal +) en el Calderón ante el Atlético. Resulta que Chigrinski se rompió el lunes pasado en el entrenamiento. Pero el cuerpo médico del Barça le hizo una ecografía que no reveló lesión alguna. Así que el martes se ejercitó en el entrenamiento de puertas abiertas en Reus. El pinchazo que notaba el jugador, sin embargo, no remitió, por lo que ayer le hicieron otra ecografía y se aclaró el asunto. "Rotura fibrilar de 1,5 centímetros en el bíceps femoral", rezó el comunicado médico, que estimó en una semana el período de baja. Infortunio para el central, que por fin tenía garantizada la titularidad, con la primera línea del equipo descompuesta.

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No tiene fortuna el Barcelona con las lesiones, sobre todo musculares. Si en la temporada anterior sumó 20, en ésta ya contabiliza 17, cuando todavía quedan tres meses y medio de competición y la consiguiente carga de trabajo por soportar. Sólo seis futbolistas (Valdés, Pinto, Piqué, Puyol, Pedro y Xavi) no se han lesionado en lo que va de año. El problema es que la epidemia se ha concentrado ahora, sin explicación aparente, aunque algunos señalen que el campo de Reus no estaba en perfectas condiciones, afectado además por la lluvia. Tampoco ayudan las dos tarjetas rojas directas que vieron Márquez y Piqué durante el encuentro del sábado pasado ante el Getafe y que les impiden medirse al Atlético. En el calentamiento de ese partido, se rompió Alves, que sufre una rotura muscular en el gemelo de la pierna derecha. Y, además, Touré, central recurrente en caso crítico, también cayó el mismo día: se lastimó el adductor medio de la pierna izquierda a la virulé. El martes fue Abidal el que resbaló en la sesión preparatoria de Reus -sufre una desinserción en el adductor de la pierna izquierda- y ayer se supo que también Chigrinski se lesionó. Fue el lunes y se determinó ayer.

Resulta, entonces, que la baja del ucranio es tan significativa como definitiva; no le queda otra a Pep Guardiola, técnico azulgrana, que tirar del filial. Ya ha llamado al central Fontás y al medio centro Bartra, que también se desempeña con soltura en el eje de la zaga. El extremo Jeffren, que ayer renovó su contrato por dos temporadas -hasta el 2012- ya actuó también como lateral en la Copa frente a la Cultural Leonesa, pero se lesionó en el Mundial de Clubes, en Abu Dabi, y no recibió el alta médica hasta el pasado sábado.

Se escurre la posibilidad de alinear a Chigrinski, que costó 25 millones de euros porque Guardiola le eligió como el central idóneo, pero que de momento no ha rendido al nivel esperado. "Triunfaré", defiende el central. "Ya somos dos los que pensamos eso. A ver si convencemos a un tercero", amplía el entrenador. Pero hasta la fecha, el Camp Nou le ha proferido más silbidos que aplausos, como en el partido de la Copa ante el Sevilla, cuando cometió un penalti infantil y el equipo andaluz encarriló su clasificación con su triunfo (1-2). "La afición es libre para decir lo que quiera. Mi obligación es trabajar y aprender para dar mi mejor nivel", replica Chigrinski, que ha disputado 10 partidos de Liga y dos de Copa.

Sin la salida de la pelota de Piqué ni la precisión táctica de Abidal, sin la profundidad de Alves ni los desplazamientos de Márquez, y sin el socorro de Chigrinski o Touré -titular el año pasado como central en las finales de Copa y de Champions-, el equipo afronta la visita al Calderón en una situación de precariedad defensiva. "No hay excusas", aseguran desde el cuerpo técnico, convencidos de que el equipo puede con todo, gracias a su nivel competitivo. "Si llevamos tan pocos goles en contra", recuerda Guardiola; "es gracias a Ibra, a Messi, Henry, Bojan... A la presión de los delanteros". El Barça sólo ha concedido 11 dianas en 21 partidos ligueros. El Atlético del Kun y Forlán, lanzas de ataque con tino en la definición, le pondrá a prueba.

Chigrinski, en un entrenamiento.
Chigrinski, en un entrenamiento.VICENS GIMÉNEZ

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