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Reportaje:

Juego peligroso, no agresión

Competición castiga a Cristiano con dos partidos por el codazo a Mtiliga - El comité desestima el vídeo que aportó el Madrid sobre una jugada parecida de Messi

Eleonora Giovio

El vídeo de la jugada entre Messi y Marc Valiente, en un reciente Barcelona-Sevilla, que el Madrid envió al Comité de Competición para que anulara la tarjeta roja a Cristiano Ronaldo no sirvió de nada. Le han sancionado con dos partidos de suspensión. El portugués soltó un codazo a Mtiliga, del Málaga, el domingo en el Bernabéu. Pérez Lasa le expulsó, según reflejó en el acta, "por golpear con el brazo en la cara de un jugador contrario provocándole una hemorragia nasal, teniendo que ser sustituido".

En el escrito no figuraba la palabra agresión, porque no hubo voluntad de hacer daño, por lo que Cristiano se libró de una suspensión de entre cuatro y doce partidos. Pero Competición estimó que sí hubo juego peligroso. La sanción prevé en ese caso un castigo de entre uno y tres. Fueron dos. En el comité dudaron entre uno y dos. Al final, lo que movió la balanza hacia los dos fue el daño causado a Mtiliga (se entiende que la nariz rota merme sus facultades) y el parte de los médicos del Málaga, que Pérez Lasa adjuntó al acta. Cristiano tendrá que pagar una multa de 600 euros y el Madrid otra de 180.

La sanción pasó de uno a dos encuentros por la fractura de nariz del malaguista
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Basándose en la descripción de los hechos por parte de Pérez Lasa, el Madrid intentó demostrar que no hubo infracción del portugués. En ese sentido, interpretó que del texto del acta ("golpear a un rival") no se desprenden hechos que configuren una infracción, que la descripción del colegiado es incompleta por cuanto un golpe entre jugadores no es en sí mismo sancionable. El caso es que el golpe de Cristiano rompió la nariz a Mtiliga. Es un hecho. Y Competición aclaró que el árbitro no está para calificar los hechos, sino para redactar lo que ve.

También invocó el Madrid una acción similar ocurrida en el último encuentro de Liga entre el Barcelona y el Sevilla. Marc Valiente agarró de la camiseta a Messi, que intentó librarse de él braceando. El argentino, sin embargo, sí quiso seguir con el juego. Tanto que el forcejeo para librarse del rival se alargó unos diez metros. Competición vio el vídeo que presentó el Madrid, pero descartó utilizarlo como antecedente vinculante. No estimó comparables las dos acciones. Por dos razones. Una, porque "el colegiado, en aquella ocasión, no recogió en el acta ningún hecho que pudiera resolverse por el comité". Y otra, porque el árbitro "no manifestó reproche alguno a Messi" y éste tampoco "provocó resultado lesivo alguno".

Los servicios jurídicos del Madrid empezaron ayer por la tarde a redactar el recurso que llevarán ante Apelación. Este comité se reunirá mañana y puede rebajar el castigo. En el caso de que confirmase los dos partidos de sanción, el Madrid, como última instancia, podría apelar al Comité Español de Disciplina Deportiva pidiendo la suspensión cautelar para que Cristiano juegue el sábado en Riazor contra el Deportivo y cumpla el castigo en los siguientes partidos: Espanyol en casa y Xerez fuera. Para entonces, Manuel Pellegrini ya habrá recuperado a Higuaín, de baja desde hace dos semanas por una rotura muscular.

Por otra parte, la federación acordó ayer con la Liga de Clubes la posibilidad de volver a disputar un partido los lunes. También oficializó dos de los tres amistosos que España jugará antes del Mundial: el 29 de mayo, en Vaduz, contra Liechtenstein y el 3 de junio, en Innsbruck, contra Corea del Sur.

Cristiano Ronaldo, el pasado domingo en el Bernabéu.
Cristiano Ronaldo, el pasado domingo en el Bernabéu.CLAUDIO ÁLVAREZ
Vídeo: AGENCIA ATLAS

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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