El PP trata de matizar su posición en el aborto y cambia de portavoz

La dirección del PP ha logrado hasta ahora que el asunto del aborto, un tema polémico que divide a sus diputados -los hay, pocos, que defienden en privado una ley de plazos y otros que quieren derogar la actual y prohibirlo del todo- no provoque una tensión interna excesiva. Sin embargo, el asunto es tan delicado que el PP ha decidido intentar matizar su posición.

Sandra Moneo, una persona cercana a la dirección y embarazada de casi ocho meses, protagonizó un durísimo discurso cuando la ley llegó al Congreso, hace tres semanas. Llegó a decir que la norma "priva a la mujer del derecho a ser madre" y que la píldora del día después se reparte "como un caramelo". El discurso de Moneo fue muy bien acogido por los conservadores, y decepcionó a los moderados. Celia Villalobos, que rompió la disciplina de voto en 2005 por el matrimonio homosexual, no se quedó a escucharla.

Moneo, quien dijo que se elimina el derecho a ser madre, deja paso a Cervera

Hoy se aprueba en el Congreso la ley con las enmiendas de los grupos. El PP estará bastante solo en su rechazo, porque los socialistas han logrado el apoyo de la izquierda y el PNV gracias a las modificaciones. Y la dirección ha decidido cambiar de portavoz.

No será Moneo, sino el navarro Santiago Cervera, quien subirá a la tribuna. No es habitual que el portavoz de la toma en consideración sea distinto al de la aprobación definitiva, aunque fuentes del Grupo Popular insisten en que no ha habido ningún conflicto y simplemente se ha repartido entre las dos personas que han llevado el asunto más de cerca.

Aún así, otras fuentes señalan que, en el afán del PP por contentar a todos, Moneo hizo un discurso para los duros, pocos días después de la manifestación antiabortista, mientras Cervera, médico de profesión, se concentrará en un mensaje más técnico, de rechazo sin paliativos a la ley pero con argumentos más centrados en asuntos como la objeción de conciencia. La dirección exigirá disciplina de voto para que no haya fugas. También lo hará en el llamado blindaje del concierto vasco: los diputados de esta comunidad tienen muchas dudas.

Donde sí hay una discrepancia de fondo es en una iniciativa promovida por los sectores democristianos y otros vinculados al Opus Dei. Se trata de una ley de protección a la maternidad. Rajoy la anunció hace más de un mes en Barcelona, para compensar a los antiabortistas, que le criticaban por no haber acudido a la manifestación en Madrid a la que sí fue José María Aznar. Pero nada se sabe de ella desde entonces.

Fuentes parlamentarias señalan que la iniciativa ha sido rebajada por el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría, ya que contenía cuestiones como las promovidas en la Comunidad Valenciana por los sectores ultracatólicos, que incluyen el reconocimiento de derechos civiles para el no nacido e incluso la posibilidad de adopción en el útero. La batalla interna en este asunto sí está siendo compleja, según las mismas fuentes.