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Espadas sostiene que la Junta sigue queriendo demoler el Algarrobico

El consejero también cree que el hotel no crea "afección" a las especies del parque

El objetivo del Gobierno andaluz sobre el Algarrobico sigue siendo la demolición del polémico hotel de cuatro estrellas promovido por Azata y la posterior regeneración de esta playa del parque natural almeriense de Cabo de Gata-Níjar. Con esta contundencia se refirió ayer el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, a los planes de la Junta de Andalucía sobre el inmueble del que, días atrás, la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, aseguró que no se derivaba afección alguna a la flora y a la fauna de este espacio.

El que fue viceconsejero de Medio Ambiente hasta el inicio de esta legislatura mostró su coincidencia con esta consideración al señalar que "todo lo que sea crear la sensación de que el parque tiene algún tipo de afección a sus especies no va a compartirlo este consejero", afirmación a la que agregó que "las interpretaciones que se hacen sobre palabras no modifican en nada" la determinación del Gobierno andaluz de derribar el edificio y recuperar la zona, algo para lo que, coincidió con Castillo, habrá que aguardar la resolución del complejo proceso judicial abierto en torno a este complejo hotelero.

Espadas destacó la especial importancia que tendrá dentro de esta maraña judicial la resolución por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) del recurso interpuesto por la promotora del inmueble al retracto que ejerció la Junta de Andalucía sobre los terrenos del hotel por valor de 2,3 millones. Si el alto tribunal reconoce el derecho de la administración andaluza a adquirir la finca en la que se alza el complejo y la colindante, al haberse producido en 1999 una transmisión patrimonial de la que no se informó a la administración ambiental, tal y como era perceptivo, la Junta podrá finalmente llevar a la práctica su objetivo de "que ese hotel se pueda demoler".

A la espera de la resolución de este recurso interpuesto por Azata en octubre de 2006, que puede resultar vital para el destino del edificio que se yergue a 28 metros de la orilla del mar, el consejero aseguró que Cabo de Gata está "bastante mejor conservado" de lo que se dice y "suficientemente protegido".

Espadas recordó que fue él precisamente quien se encargó de elaborar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de Cabo de Gata que el Consejo de Gobierno aprobó en febrero del año 2008 y que definió como un instrumento "más positivo y protector", virtudes que no debió apreciar el TSJA, que ordenó la paralización cautelar de su aplicación para varias zonas, entre ellas el paraje del Algarrobico.

A pesar de las consideraciones de este tribunal, que cree que la nueva ordenación podría causar irreparables perjuicios para el medio ambiente en el Algarrobico al abrir la puerta a la consolidación de instalaciones turísticas, Espadas culpó a los ecologistas de que el parque natural tenga actualmente un menor nivel de protección del deseado por la Junta por su decisión de recurrir al unísono el nuevo PORN. "Es el mundo al revés", zanjó el titular de Ordenación de Territorio.

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