Barcelona salva con endeudamiento una caída de sus ingresos del 8%

A menos ingresos, controlar el gasto y recurrir a los bancos. La regla de tres que casi todos los mortales se aplican en sus economías parece que también la observa el Ayuntamiento de Barcelona en el presupuesto que está ultimando para 2010, que ascenderá a 2.428 millones de euros, frente a los 2.438 millones del año pasado, lo que representa una caída del 0,4%, siempre de acuerdo con las previsiones de unas cuentas que hoy tendrán el visto bueno de la comisión de gobierno del Ayuntamiento y mañana deberán ser aprobadas de forma inicial. La aprobación se da por segura porque se cuenta con el apoyo de Esquerra Republicana, que, formalmente, todavía no se ha pronunciado.

Lo que muestra la previsión de las cuentas del año próximo es una importante caída de todos los ingresos de las arcas municipales. La media de todos ellos es del 8% en comparación con lo que se ingresó por los mismos conceptos en 2009.

Este descalabro de las cuentas se salva por un endeudamiento de 276 millones de euros, 176 destinados al gasto corriente y a la inversión, y 100 que se imputan a la amortización de deudas anteriores.

Los números de este año reflejan con toda claridad la crisis económica y con ella el descenso de la mayoría de los impuestos que se recaudan y de las tasas. Por ejemplo, las transferencias corrientes, la cesta de los impuestos generales que recauda el Estado -como el IRPF y el IVA-, representaron en 2009 algo más de 1.000 millones de euros. Este año, se prevé recibir 166 millones menos. La disminución en los ingresos también se da en la mayoría de los tributos municipales y las tasas: desde el IAE hasta la grúa y la zona azul.

En esas condiciones, el dinero que el Ayuntamiento destina a inversión directa también retrocede cerca del 5%: de 588 millones en 2009 a 560 en 2010. En cuanto a los 175 millones de euros que le correponden a Barcelona del segundo fondo estatal de ayuda local, 35 de ellos se destinan directamente a ayudar al gasto corriente de la maquinaria municipal y los restantes 139 a inversión, ya que ésa es, precisamente, la naturaleza del fondo.

Como siempre, las cifras tienen diversas interpretaciones. Para el bipartito que gobierna la ciudad, lo que hay que destacar es el "esfuerzo inversor" que se realiza en una coyuntura de importante caída de todo tipo de ingresos. CiU, el principal partido en la oposición, considera que es un presupuesto claramente "regresivo" y pone en duda que se pueda hacer frente a las necesidades de la población. Xavier Trias, líder de la formación nacionalista, es especialmente crítico con el hecho de rebajar el gasto en un momento de crisis económica. Y tampoco considera lógico que 100 de los 276 millones de deuda que se contraerá en 2010 tengan que ser destinados a amortizar "otros compromisos financieros" porque cree que la prioridad deberían ser los barceloneses.