CARLOS BOYERO
Cualquier profesional que se dedique a la interpretación en el cine estadounidense e inglés sabe que sus posibilidades de alcanzar el anhelado Oscar crecen enormemente si un guión les ofrece disfrazarse para dar vida a un disminuido físico o psíquico.
En poco más de un mes todo ha sido cambios en los estudios Disney. Conocidos como sinónimo de entretenimiento familiar, los estudios que comenzaron con un ratón compran Marvel, cuna de los superhéroes que tanto gustan al público adolescente, segmento de la audiencia que Disney casi daba por perdido.