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RTVE: profesionales y con coche

Tradicionalmente, el Consejo de Administración de RTVE ha sido un Parlamento a pequeña escala, un órgano donde los partidos se han repartido cupos para acomodar a diputados sin escaño o ex asesores de La Moncloa. El presidente Zapatero llegó a ofrecerle un puesto a Felipe Alcaraz cuando el dirigente de IU perdió el escaño sevillano en las elecciones de 2004. Esta opción no llegó a cuajar y dos años después, cuando tocó renovar el consejo, IU apostó por Teresa Aranguren.

Antes de acceder al cargo, la periodista de Telemadrid y sus compañeros (cinco periodistas, tres licenciados en Derecho, un economista, un veterano gestor de RTVE y un director de cine) fueron examinados por el Congreso o en el Senado. Todos aprobaron. Fueron declarados idóneos para el cargo.

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Además de cambiar el método de elección, la ley de 2006 dio entrada a dos consejeros propuestos por los sindicatos UGT y CC OO y profesionalizó los cargos. Ahora, el Consejo de Administración no se limita a votar la programación o los presupuestos, sino que es el máximo órgano de gestión de la corporación. Hasta el punto de que sus miembros pueden ser destituidos por el Parlamento si las cuentas anuales se desvían un 10% respecto a lo presupuestado. Los miembros del Consejo son responsables civil y penalmente y sólo con su visto bueno se puede comprar, por ejemplo, exclusivos lotes de películas o costosos derechos de competiciones deportivas.

Los consejeros tienen ahora un perfil más profesional, aunque algunos arrastran un pasado con tintes políticos. Ése es el caso de Jesús Andreu (propuesto por el PP), que trabajó en la Moncloa con Felipe González y con José María Aznar, o de Josep Manuel Silva (CiU), que colaboró con Durán i Lleida.

También han cambiado las condiciones retributivas de los consejeros. Ya no cobran dietas por la asistencia a las reuniones, sino un sueldo fijo (en torno a 120.000 euros anuales). Se les exige dedicación exclusiva y tienen dos años de incompatibilidad una vez de abandonen el cargo. Como contraprestación, disfrutan de coche oficial. Algunos, porque los consejeros del PSOE, IU, ERC y los elegidos por los sindicatos han renunciado a este privilegio.

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