Las buenas noticias atraen al papel
Las señales de alarma que lanzaron los mercados de valores en algunas de las sesiones de la pasada semana se convirtieron ayer en evidentes signos de abandono. La tendencia al alza que durante varias semanas alimentaron las expectativas del final de la recesión se ha agotado con las primeras señales claras de recuperación, confirmando con ello una de las frases preferidas de los inversores que afirma que hay que comprar con el rumor y vender con la noticia.
El Ibex 35 cedió el 2,78% para cerrar en 10.598,50 puntos, mientras que los valores medianos del mercado bajaron el 2,23% y los pequeños el 0,94%.
El ambiente desde primera hora de la mañana fue claramente vendedor, con más papel del que el mercado parecía capaz de absorber y los compradores interesados únicamente en bajar más los precios. La contratación en el Mercado Continuo alcanzó los 2.213,03 millones de euros, con algo más de 2.000 millones negociados en operaciones del mercado abierto, más por el esfuerzo de absorción de papel de los cuidadores que por el interés por tomar posiciones en medio de tanta incertidumbre.
Los analistas achacaban a los últimos datos económicos, en general más flojos de lo que esperaba el mercado, en unión con un mercado en el que muchos valores estaban sobrecomprados la creación de un fondo inestable en el que, al parecer, nadie se sentía cómodo.
El recorte de la Bolsa de Tokio, que perdía el 3,10% en la sesión de apertura semanal, fue el detonante de una reacción que nadie puede tachar de inesperada. Los primeros síntomas de recuperación pueden traer consigo el final de algunas ayudas que todavía son necesarias para los que van más rezagados, lo cual puede traer consigo mayor inestabilidad en un momento que todos los analistas califican de delicado.
Las caídas en los principales mercados de la eurozona superaron el 2%, aunque quedaron bastante lejos de la pérdida del Ibex 35. La Bolsa de Londres perdió el 1,46% y la de Nueva York, un 2%, aunque en algunos momentos sobrepasó ese porcentaje. Curiosamente, ayer se conocía un buen dato para la economía de Estados Unidos, pues el índice de actividad manufacturera de la Fed de Nueva York pasó en agosto a terreno positivo por vez primera en más de un año, pero el ambiente no estaba para celebraciones.