Harry Patch, la última memoria de las trincheras
BERNARDO MARÍN
Nadie recuerda ya el infierno de sangre y fango que se vivió en las trincheras de la I Guerra Mundial. El británico Harry Patch, el único soldado que quedaba vivo de aquella guerra de posiciones en el frente occidental, murió el 25 de julio a los 111 años en una residencia de Wells (Somerset, al suroeste de Inglaterra).