"Soy un hombre de negocios"
Su canción Infinity, éxito discotequero de hace 20 años con una pegadiza línea de saxo, está reventando este verano los politonos de los móviles. El británico Paul Walden, de 44 años, vive hace 10 en Ibiza, donde trabajó como antenista y gurú de las pistas de baile. Nunca de abogado, que es lo que estudió. Tras recorrer el mundo y recibir un disco de platino vuelve a Ibiza este miércoles (Le Masque) para actuar junto a su saxofonista Deva y el guitarrista Javier Vargas.
Pregunta. ¿Recuerda dónde compuso Infinity?
Respuesta. Era una canción de mi grupo de rock Cries Wolf. Nos dimos cuenta que la música de baile era el futuro y adaptamos el tema. No era mi mejor canción pero sí la única que gustaba a la gente.
P. Algunos dicen que tiene usted mucho morro por convertir la misma canción de hace 20 años en otro éxito en 2009.
R. Lo sé, lo sé, lo sé... Había mucha gente que me pedía que volviera y seis millones de personas no pueden estar equivocadas. La gente sonríe con la canción y los DJ la pinchan. Yo soy un hombre de negocios y hago las cosas que le gustan a la gente.
P. ¿Cómo empezó en la música?
R. Monté un grupo para pagarme la universidad porque mi familia no tenía dinero. Luego pasé de las clases y me dediqué a la música.
P. Vive en España desde hace 10 años y no habla castellano. ¿Por qué?
R. Soy muy perezoso. Además tuve una novia española, así que puedo discutir en español.
P. ¿Qué hace cuando no piensa en música?
R. Pinto cuadros y desconecto en el mar de Ibiza. Hago paracaidismo y casi me mato el año pasado.
