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A FLOTE

Agencia de altos vuelos a precios bajos

Dirigidas a las personas con espíritu viajero que no renuncian a pisar el freno cuando los tiempos mandan apretarse el cinturón, las ofertas low cost son la principal fuente de negocio de las agencias de viajes y ocio on-line. Atrápalo.com es una de estas empresas y una de las que más han crecido en los últimos años.

Una buena oferta para ocupar tu tiempo libre no surge todos los días. Cuando se presenta, hay que atraparla al vuelo, no dejarla escapar. Bajo esta idea nació este portal de viajes y ocio en el año 2000, cuando la burbuja de las denominadas punto com empezó a perder fuelle. Cuatro jóvenes de Barcelona abandonaron sus respectivos empleos -ninguno de ellos relacionado con el turismo- para levantar un negocio por el que entonces no apostó ninguna firma de capital riesgo. "En el sector de los viajes había mucha competencia y la idea de gestionar las transacciones a través de Internet generaba recelos, daba miedo", recuerda Ignacio Sala, uno de los fundadores de Atrápalo y actual director de Mercadotecnia y Comunicación de la empresa.

Poco tiempo ha necesitado Atrápalo para demostrar que quienes se equivocaron en aquel momento fueron la firmas de capital riesgo y que los que acertaron fueron los familiares y amigos de los socios fundadores que contribuyeron, con su aportación económica, a la puesta en marcha del negocio, con una inversión inicial de 360.000 euros. "El crecimiento de la empresa fue muy rápido, del 100% y hasta del 160% en los primeros años", explica Sala. Los cinco millones de euros facturados en 2006 se dispararon hasta los 165 millones en 2008, y el número de empleados, que era de tan sólo seis en 2001, asciende hoy a 133. Jóvenes, la mayoría de ellos -la media de edad de la plantilla es de 28 años-, que dedican gran parte de su horario laboral a navegar por la Red a la caza de las mejoras ofertas de viajes y ocio. Gracias a los convenios que Atrápalo tiene con numerosos operadores, y con la ayuda de los poderosos tentáculos de Internet, la agencia puede ofrecer propuestas que resultan "incluso más baratas que quedarse en casa", asegura Sala. "Son los denominados hallazgos, que representan la esencia de Atrápalo", agrega.

La crisis no ha reducido la actividad de Atrápalo, que el año pasado cerró con un balance de 900.000 transacciones y más de 2,6 millones de usuarios, lo que la sitúa entre las webs más visitadas de España. Pero el portal sí está registrando un significativo cambio de tendencia, acorde con los actuales tiempos de estrechez económica: menos viajes a países lejanos y más escapadas cortas sin cruzar fronteras. Y más consumo de ocio urbano. Nuevos hábitos a los que el portal ha adaptado sus ofertas.

Conocida por sus impactantes y multipremiadas campañas de mercadotecnia, la empresa busca diferenciarse de otros portales similares creando innovadores ganchos para atrapar a nuevos viajeros. Como el buscador denominado lanzadera, de vuelos a precio de ganga, pensado para aquel viajero, muy común en momentos de crisis, a quien no le importa dónde, ni siquiera cuándo, sino cuánto dinero puede ahorrarse.

Sala tiene claro que, con o sin crisis, el turismo y el ocio low cost "han llegado para quedarse". Por ello, pese a que para este año las previsiones de incremento de facturación de la empresa no son tan halagüeñas como en anteriores ejercicios, la compañía sigue adelante con sus planes de expansión internacional: Chile fue su primer destino, donde el pasado mes de abril abrió una sede y creó un portal con ofertas de ocio urbano adaptadas a la realidad local. La ciudad italiana de Milán es la próxima parada de un tren que, según Sala, seguirá hacia otros destinos de Europa y el continente americano.

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