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Columna
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Del Nido y las "minutas"

A José María del Nido le ha ido igual de bien que a su equipo esta temporada. Ha llegado al verano como candidato a la Champions League de los imputados más mediáticos de España. De una tacada ha alcanzado a personajes con una larga trayectoria ante la Fiscalía Anticorrupción, colocándose incluso por delante de otros que llevaban más años procesados. Ha superado en el denominado caso Minutas las peticiones de cárcel de Roca o Julián Muñoz, quienes sin embargo aún le aventajan bastante en la clasificación general de imputaciones. Su presunta actuación en Marbella, como fichaje estrella de Jesús Gil para sustituir a José Luis Sierra -el abogado de confianza del ex alcalde que mandó al banquillo tras enemistarse con él- le ha catapultado a la primera categoría de sospechosos. El letrado ha logrado, con un único sumario, una petición de 12 años de cárcel y 20 de inhabilitación.

Según Anticorrupción, Del Nido como letrado del Ayuntamiento de Marbella hizo un partido completísimo y destacó en todas las artes de echar irregularidades fuera: asociación ilícita; prevaricación administrativa, fraude en concurso ideal con malversación de caudales públicos, falsedad documental, delitos societarios, malversación de uso de bienes e inmuebles, deslealtad profesional, falsedad en documento público y falsedad en documento privado. Si se demuestran los hechos que se le imputan, Del Nido está en disposición de lograr este año no digo ya el balón de oro, pero al menos de disputar el pelotazo de oro, por la espectacularidad de sus movimientos para facturar 6,7 millones de euros al Ayuntamiento entre 1999 y 2003, de los cuales la Fiscalía sostiene que 1,6 millones de euros fueron cobrado de más.

Del Nido fue fichado por Jesús Gil en junio de 1999. Los investigadores creen probado que fue un contrato sin intermediarios y sin documentos. Entonces Marbella estaba peleando por la permanencia. En concreto, por la permanencia del sistema de corrupción que se había instalado en el ayuntamiento. La maquinaria del Estado comenzaba a pisarle los talones y el equipo montado por Gil necesitaba reforzar su defensa, ya que el ataque a las arcas del consistorio estaba cubierto con un tridente de lujo: Juan Antonio Roca, Julián Muñoz y Tomás Reñones. Del Nido logró un contrato con un sueldo mensual de 48.080 euros, que se iban incrementando según objetivos. La Fiscalía sostiene que Del Nido era un crack en su puesto, como especialista en jugar entre líneas para no entrar en el fuera de juego de la legalidad. Y en el área era demoledor, aunque siempre aprovechándose de las asistencias de sus compañeros. La moviola de la Fiscalía cree haber descubierto que Del Nido le metió un gol al ayuntamiento de 348.000 euros por la redacción de un escrito de alegaciones al Tribunal de Cuentas donde se limitó a copiar y pegar los documentos que redactaron el secretario, el interventor y el tesorero.

Si se demuestran los hechos y la Fiscalía saca adelante su acusación, Del Nido quedará inhabilitado durante 20 años para el derecho de sufragio, con suspensión de empleo y cargo público; para el desempeño de cargos de administración o representación de sociedades; para contratar con las administraciones públicas y obtener concesiones de las mismas; y para ejercer la profesión de abogado. De momento, en el fútbol pasa como en los partidos políticos, que lo importante son los resultados. Que Lopera estuviera siendo investigado por irregularidades en la administración del Betis no sacó ni a un bético a la calle. La manifestación la provocó el descenso a Segunda División. Del Nido ha dicho a sus aficionados que "estén tranquilos, que yo lo estoy". ¿Por qué iba a preocupar a los sevillistas que Del Nido sea candidato a la Champions mediática, si antes ya ha metido al Sevilla en la Liga de Campeones?

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