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Una inauguración con bronca

Fomento y Ayuntamiento se sacan las vergüenzas en el nuevo acceso a Valencia

"Ya era hora de que acabara la obra". Con reproches y caras de desaprobación, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, fue la primera en expresar sus opiniones sobre la nueva conexión de la Ronda Norte con la V-21, infraestructura que empezó a construirse en 2004 y que se inauguró ayer. "Era una asignatura pendiente desde hace cinco años. La alegría de hoy debería servir como acicate y no como ejemplo en sus plazos de ejecución", sentenció la regidora ante los representantes del Gobierno central. Por su parte, la secretaria general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Inmaculada Rodríguez-Piñeiro, alentó a la Generalitat a "hacer el mismo esfuerzo" que el Gobierno en cuanto a inversiones para proyectos.

Todos esperaban como agua de mayo la inauguración de la obra, un túnel principal de 300 metros de longitud y varias rotondas que oxigenarán una de las entradas de Valencia con mayor tránsito de vehículos, la de la Ronda Norte. Sin embargo, los discursos políticos se torcieron por otros derroteros: reclamaciones de proyectos para Valencia por una parte, y promesas de financiación por otra.

La primera en comenzar la retahíla de peticiones fue la alcaldesa de Valencia, la cual apuntó que la ciudad "no recibe las inversiones que debería tener como tercera capital de España". "No somos Andalucía ni Cataluña para recibir más financiación, pero no participamos de esos criterios", añadió.

Como respuesta al discurso de Barberá, Rodríguez-Piñeiro, en su turno de palabra, garantizó que el Gobierno central "no va a recortar las inversiones de infraestructuras". "No vamos a dejar de invertir un euro por el desarrollo de la Comunidad Valenciana", añadió. "Me gustaría que la Generalitat hiciera el mismo esfuerzo", sentenció la representante del Gobierno.

El delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, tras exaltar el resultado de las obras y la ornamentación de ambas rotondas, en las cuales se han gastado más de 4,5 millones de euros, casi un 20% del total, también tuvo palabras para Barberá. Haciendo referencia a la obra de Lope de Vega El mejor alcalde, el rey, Peralta afirmó: "Si preguntara quién es el mejor alcalde de Valencia, la respuesta sería Rita Barberá. Y si preguntara ¿Quién es el mejor socio de la alcaldesa?, la respuesta sería el Gobierno de Zapatero". A sus espaldas, la regidora se mofaba de las declaraciones y negaba con la cabeza.

Recriminaciones aparte, a las 12.30 de ayer empezaron a transitar por el túnel los primeros vehículos en dirección Valencia. Además de este paso subterráneo y de las dos glorietas dispuestas para ordenar el tráfico, una plataforma mirador domina el lugar. En el centro de la rotonda grande, de más de 100 metros de diámetro y ocho carriles en su anillo viario, se alza la Torre Miramar, "un hito ornamental", según Fomento, de 45 metros de altura, el equivalente a 10 pisos.

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Características de la entrada norte

- La obra. A pesar de que la primera piedra se puso en febrero de 2004, el proyecto se firmó en la década de los noventa. Los retrasos en las obras enfrentaron al Gobierno con el Ayuntamiento de Valencia.

- Presupuesto. El Ministerio de Fomento ha invertido más de 26 millones de euros. Las obras a cargo del Ayuntamiento de Valencia ascienden a poco más de un millón.

- Conexiones. Las dos rotondas de la nueva obra permitirán reordenar el tráfico de todas las avenidas que confluyen en el acceso norte a Valencia. La V-21, la Ronda Norte, la avenida de los Naranjos, Vicente Zaragozà, Primado Reig y Clariano quedarán interconectadas entre ellas.

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