Dar al césar lo que es del césar
La jerarquía eclesiástica, con su acrisolada experiencia en manipulaciones (es la única institución de milenaria vida que ha conseguido no tener pasado) nos está pidiendo que marquemos la cruz en su parcela del IRPF, utilizando como justificación la asistencia que prestan a los necesitados en sus centros asistenciales.
Lo que ocurre es que cada día somos más los que sabemos que todas esas organizaciones asistenciales que tutelan, concurren como ONG a las convocatorias de concesión de subvenciones que publican el Gobierno central, autonomías, diputaciones, ayuntamientos, etcétera, de los que previa presentación de proyectos, reciben ayudas importantes en número y cuantía.
Pero aun así, no tienen ninguna necesidad de atentar contra su octavo mandamiento, pues como pagamos a escote, siempre habrá quien les ceda una cruz que no le cuesta nada, aunque sepa que se lo gastan en vallas publicitarias con lince transgénico. Incluso habrá quien viera bien la creación de algún fondo de reserva en previsión de eventuales indemnizaciones a antiguos alumnos.