El PP utiliza todo su poder en su intento de 'absolver' a Camps

"Ésta es una campaña vil y porcina". La voz de la alcaldesa de Valencia se desgarró, más si cabe, en la plaza de toros de Valencia ante las 15.000 personas que habían acudido al acto más multitudinario del PP. Rita Barberá no se refería a la campaña electoral de las europeas, sino a la supuesta persecución que, en su opinión, sufre el presidente de la Generalitat por su imputación en el caso Gürtel. La alcaldesa olvidó -todo el PP lo olvida- que Francisco Camps está imputado por el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana José Flors. Si lo recordara, toda la estrategia de la conspiración que el PP ha urdido, implicando a los aparatos del Estado y a medios de comunicación, se derrumbaría como un castillo de naipes. La verdad no es rentable para la estrategia que los populares han diseñado en esta campaña donde Europa es lo de menos y la dignidad del presidente de la Generalitat es lo más.

El PSPV quiere hacer del 7-J el inicio de una revolución democrática

Los populares tendrán 20.000 interventores en las mesas electorales

Esa estrategia, consistente en presentar a Camps como víctima sacrificial de oscuros intereses puestos al servicio de los socialistas, coincide con los intereses de la dirección nacional del PP de tensar a su electorado en la Comunidad Valenciana, uno de sus caladeros de votos más importants, junto con Madrid. Mariano Rajoy sabe lo mucho que se juega en las urnas mañana y que la Comunidad Valenciana es clave en el resultado que el PP obtenga en España. De ahí que haya estado presente en Castellón, Alicante o Valencia, aunque eso le supusiera tener a su lado a personas tan poco recomendables como Carlos Fabra, tan quemadas como Federico Trillo o en horas tan críticas como las que atraviesa el presidente de la Generalitat.

Rajoy y Camps constituyen desde hace tiempo una sociedad de socorros mutuos. Cuando el uno ha necesitado al otro siempre lo ha encontrado. Y, ahora, los dos se necesitan. El primero para asentar un poco más su débil liderazgo en el PP. El segundo porque necesita una victoria clara, contundente, que proyecte la imagen de que las urnas le han absuelto de un presunto delito del que está por ver que se le condene en sede judicial.

Para conseguir absolver a Camps en las urnas, el PP ha movilizado a todos sus efectivos orgánicos e institucionales. Hasta 20.000 militantes, según fuentes del PP, trabajarán el domingo como interventores. Ayer, en el cierre de campaña, Camps volvió a insistir en su discurso esencial: Derrotar a Zapatero para allanarle el camino a Rajoy a la Moncloa. "Si ganamos el domingo, Zapatero debe convocar elecciones ya", insistió anoche.

Si el PP busca la absolución de su presidente, los socialistas trabajan para conseguir un resultado que evite que el perdón ciudadano a Camps sea excesivamente amplio e iniciar, en palabras de su secretario general, Jorge Alarte, "una revolución democrática para acabar con el modelo de paro, corrupción y desvergüenza del presidente de la Generalitat".

Los esfuerzos de lo socialistas valencianos, pese a su escasa repercusión mediática, no han sido escasos. El cabeza de lista del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, ha estado en Elche, Valencia y Castellón; la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, intervino junto con José Luis Rodríguez Zapatero en el mitin central y ayer cerró campaña en Valencia animando a la participación y a elegir "entre la Europa progresista y que apoya a los trabajadores, o la conservadora". Felipe González estuvo en Alicante. Los ministros José Blanco y José Corbacho en Elche y Paterna, respectivamente.

Más que la presencia de pesos pesados del socialismo español, lo que se ha echado en falta son mensajes más concretos dirigidos a la sociedad valenciana en lugar de tanto discurso genérico. La realidad es que al PSPV le cuesta traspasar la barrera mediática, especialmente en lo que a Televisión Valenciana se refiere, que Presidencia controla con mano de hierro. No es extraño que Andrés Perelló, candidato socialista al Parlamento Europeo, aprovechara los espacios institucionales que se emiten por decisión de la Junta Electoral para denunciar la censura que padece el PSPV en Canal 9.

Todo el esfuerzo de los socialistas valencianos, sin embargo, no les garantiza un buen resultado. Todos los sondeos pronostican que se quedarán a 10 o 12 puntos del PP, incrementando la brecha que se abrió hace 5 años. Y aunque desde la dirección socialista se asegura que éstas no son sus elecciones, Alarte tendrá que dar explicaciones.