El pernicioso virus de la fama
En la última década y gracias al efecto internet, es posible convertirse en cuestión de horas en una celebrity mundial. El caso más reciente ha sido el de Susan Boyle, esa cenicienta británica que tras aparecer en un concurso de talentos consiguió instantáneamente la fama por cantar como los ángeles pese a ser de procedencia humilde y bastante fea.