Las residencias de ancianos tienen buena calidad pero alto precio, según un estudio
Las residencias de ancianos del País Vasco son de alta calidad, pero también muy caras. Esta es la conclusión del estudio realizado por Consumer Eroski sobre 125 centros de la tercera edad (tanto públicos, privados y concertados) de 18 provincias españolas, que concluye que las plazas existentes son cada vez más escasa y tienen un precio más alto.
Los ocho centros visitados en Vizcaya destacan de forma "sobresaliente" en infraestructuras y servicios, seguridad y accesibilidad de las instalaciones, pero son un 31% más caras que la media nacional. Un residente asistido en Vizcaya debe pagar 1.834 euros, frente a los 1.624 euros de media del resto de España. Una plaza de válido cuesta 1.721 euros (la media es de 1.368 euros).
En el caso de Álava, las ocho residencias evaluadas también lograron valoraciones "sobresalientes" en todos los apartados salvo en accesibilidad. Las tarifas son un 22% más caras que la media nacional. Una habitación para un residente asistido cuesta entre 1.737 euros, y 1.588 las de una persona válida.
En Guipúzcoa, los centros analizados se encuentran en la media de calidad, aunque cuestan un 37% más: 2.120 euros la plaza de asistidos y 1.600 la de un residente que puede valerse por sí mismo. Las residencias guipuzcoanas alcanzan una valoración "sobresaliente" en seguridad y accesibilidad, y alta nota en el resto de lo apartados.
A nivel nacional, el estudio de Consumer Eroski revela que sigue habiendo muy pocas plazas y son cada vez más caras. Siete de cada diez centros tienen listas de espera y se observaron carencias de calidad en el 21% de las instalaciones visitadas. En los últimos cuatro años, los precios de las residencias públicas se han encarecido más, hasta un 23%, pero en general siguen siendo más baratas y mejores que las privadas. Pese a que la oferta de plazas ha aumentado en los últimos cuatro años, pasando de 3,5 plazas por cada cien habitantes a 4,14, este crecimiento es "insuficiente", como lo demuestra que siete de cada diez residencias analizadas tengan lista de espera. Las tarifas han aumentado un 8% de media desde 2005, por debajo del IPC acumulado, el 9,4%.
