El FMI ayuda a Rumania con un préstamo de 20.000 millones
"Un préstamo para luchar contra la pobreza". Así lo definió ayer en Bucarest Jeffrey Franks, representante del Fondo Monetario Internacional (FMI), tras anunciar el paquete de ayuda de unos 20.000 millones de euros que Rumania recibirá de este organismo, la UE y el Banco Mundial con una finalidad: evitar un colapso económico que condene a la población a la pobreza.
Rumania, tercer país de los Veintisiete que recurre a la ayuda de instituciones financieras internacionales después de Hungría y Letonia, obtendrá un préstamo de 12.900 millones de euros procedentes del FMI, escalonado en dos años, 5.000 millones de la UE con un vencimiento a cinco años y 1.500 millones del Banco Mundial.
Entre las prioridades marcadas por el FMI se encuentran la reducción del déficit presupuestario, la reforma fiscal y del sistema salarial del sector público.
"Es un préstamo preventivo", dijo el presidente Traian Basescu, quien auguró que "la próxima crisis que azotará Rumania será alimentaria, por el crecimiento demográfico".
Ante el temor de los sindicatos por el coste social demasiado elevado del acuerdo, el FMI recordó que el "programa prevé un aumento de los fondos para programas sociales y medidas de protección para los jubilados y los funcionarios".
El ex ministro de Finanzas Ilie Serbanescu cree que el riesgo de manifestaciones violentas es muy alto. Decenas de miles de funcionarios se movilizaron el lunes para protestar contra las maniobras del Ejecutivo para limitar sus salarios.
El analista Cristian Parvulescu, sin embargo, considera improbables protestas de envergadura, ya que "los sindicatos van prácticamente a remolque del Partido Socialdemócrata", aliado en el Gobierno con el Partido Demócrata Liberal.
