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Reportaje:

¿Quién te cree, Bernanke?

Bernanke y Obama tratan de inyectar optimismo con mensajes positivos - El FMI contradice a la Reserva Federal al posponer la recuperación hasta finales de 2010

¿Puede un discurso cambiar el rumbo de la historia? Es lo que hace una semana intentó el presidente del banco central de Estados Unidos. En una insólita entrevista televisada -la primera en 20 años del máximo responsable de la política monetaria-, Ben Bernanke dio al fin una buena noticia. Tras meses en los que sólo había podido anunciar catástrofe tras catástrofe, dejó escapar un rayo de optimismo. "Es probable que veamos el fin de la recesión este año, y que la economía se recupere a principios de 2010", dijo en el programa 60 minutes.

Bernanke no es el único que prefiere ahora fijarse en la cara más amable de la situación. La Administración de Obama -una vez que todo el mundo se ha convencido de lo grave del momento- necesita insuflar algo de confianza para que la inversión y el consumo vuelvan a activar el sistema circulatorio de la megapotencia. "Por supuesto que los fundamentos de nuestra economía son fuertes", aseguró la jefa de los asesores económicos del presidente, Christina Romer, en el programa Meet the press. El equipo del candidato demócrata había criticado implacablemente al republicano John McCain por decir exactamente lo mismo durante la campaña. "Obama está experimentando con canales de comunicación inauditos que den una visión más relajada y positiva. Fue al programa del cómico Jay Leno, algo que ningún presidente había hecho nunca", señala Ángel Cabrera, director de Thunderbird, una de las grandes escuelas de negocios de EE UU.

Los hechos desmienten al presidente de la Reserva Federal
"La psicología es fundamental en economía", explica Ángel Cabrera

Pero los hechos son tozudos. Y los de esta semana desmienten las palabras de Bernanke. Tan sólo tres días después de la entrevista en televisión, la Reserva Federal (Fed) se vio obligada a tomar una decisión a la desesperada. Inyectó 1,15 billones de dólares (840.000 millones de euros) por el método más viejo de todos: el de apretar el botón de imprimir billetes. De paso, la Fed reconocía que la crisis se agrava por momentos.

Un día más tarde fue el FMI el que rebatía las palabras de Bernanke: la recuperación no llegará a EE UU a principios de 2010. Como muy pronto, lo hará, en el tercer trimestre de ese año.

"Tanto Bernanke como Obama se encuentran en una situación complicada. Necesitan dar un mensaje de optimismo porque saben que el factor psicológico es fundamental en la economía; pero también tienen que tomar medidas que muestran la gravedad de la situación", apunta el director de Thunderbird.

Aunque suene forzado y parezca encaminado únicamente a dar un respiro a los ciudadanos deseosos de oír buenas noticias, el mensaje positivo tiene cierta base real. Tras siete meses de desplomes continuados, la construcción de viviendas aumentó en febrero un 22%, el impulso más grande en dos décadas. Las ventas de los comercios (excluyendo coches, comida y combustible) repuntaron en enero y febrero. Los ingresos de gigantes financieros que están en el epicentro de la crisis, como Citigroup y Bank of America, están subiendo desde comienzos de año. Además, los principales gestores de fondos del mundo han mostrado el mayor grado de optimismo desde 2005, según Merrill-Lynch-Bank of America. Pero estas señales de esperanza no bastan para confirmar que la salida del hoyo está cerca.

"Las expectativas negativas, que en épocas de crisis desempeñan un papel muy importante, tienden a acentuar las dificultades. Como Bernanke, otros economistas dicen que quedan cuatro meses de recesión... pero se trata de una pequeña minoría. Todo hace pensar que las nuevas previsiones de la OCDE y de otros organismos internacionales van a ser más pesimistas", opina Luis Servén, director de investigación macro del Banco Mundial. Ayer mismo, el presidente de la institución, Robert Zoellick, vaticinó un retroceso de la economía mundial entre el 1% y el 2% este año.

Hay un aspecto en el que unos y otros coinciden, Bernanke incluido. La vuelta a la normalidad del mercado financiero es necesaria para que el país se recupere. Y este camino puede estar plagado de trampas. "El obstáculo más grande es la falta de voluntad política para aprobar unas transferencias al sector financiero muy impopulares", destaca Ricardo Caballero, jefe del departamento de Economía del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT). "Bernanke se ocupa ahora de dar la imagen de que no está en la cama de los financieros de Wall Street, de que es uno de los nuestros y que tuvo que tragar la amarga píldora de los rescates multimillonarios porque era necesario", añade Caballero.

"La reacción violenta contra Wall Street hace que el Congreso se vaya a pensar dos veces dar el dinero necesario para limpiar la banca", opina Desmond Lachman, del think tank conservador American Enterprise Institute. "Si se estabilizan pronto las finanzas habrá todavía esperanza para una recuperación sólida. Pero la ventana se está cerrando por momentos", añade el profesor del MIT.

La CBS retransmitió la entrevista con Bernanke al término de una semana en la que el Dow Jones había subido un 9%. Pero tras el importante repunte del miércoles al conocerse la inyección masiva de la Fed, la Bolsa de Nueva York ha caído casi un 3% en dos días. Y éste es un mal síntoma incluso para aquellos que, como cantaban los Monty Python, prefieren mirar siempre al lado brillante de la vida.

SCIAMMARELLA

¿Y España qué necesita?

Estados Unidos necesita que el mercado financiero vuelva a la normalidad para salir de la crisis. Europa necesita que EE UU tire del carro para volver a crecer. España necesita a Europa. Y esta delicada cadena puede romperse en cada uno de sus eslabones.

"Evidentemente, EE UU sigue siendo la pieza clave del puzle. La demostración de que todos vamos en el mismo barco son los mensajes de confianza de China y Brasil respecto a la deuda americana y la solvencia de EE UU", apunta Ángel Cabrera, de la escuela de negocios de Arizona Thunderbird.

El FMI deja claro en sus últimas previsiones que la zona euro sufrirá más que América. "El impacto de la caída en la demanda externa ha sido mayor y las políticas de estímulo más moderadas que en EE UU", señala. "La respuesta política a la crisis está por detrás de la americana. Pero esto no es una novedad: demasiados políticos y demasiado pocos economistas; ésa es la regla", dice Ricardo Caballero, del MIT.

Y para terminar el poco halagüeño cuadro, un informe de Standard & Poor's hecho público el viernes señala que la recesión se instalará en España hasta 2010, un año más que en el resto de Europa, por la combinación de los problemas inmobiliarios y la menor demanda familiar.

Una semana de contrastes

- Domingo Bernanke dice que la recesión acabará este año.

- Lunes Krugman se muestra pesimista sobre una pronta salida de la recesión.

- Martes Se recrudece el escándalo de AIG, que pone en peligro las ayudas públicas al sector financiero.

- Miércoles La Fed inyecta 850.000 millones y reconoce que la crisis se agrava.

- Jueves El FMI pospone la recuperación de EE UU hasta el último trimestre de 2010.

- Viernes Wall Street cierra la semana con un aumento de tan sólo el 0,75%.

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