El PSOE salva otro pleno agónico gracias a errores y ausencias del PP

Nueva jornada de nervios, carreras e intensas negociaciones contra el reloj del Grupo Socialista en el Congreso. Todo el morbo de la jornada parlamentaria se concentró pasadas las nueve de la noche ante la expectativa de que el PSOE sufriera su primera derrota parlamentaria de la legislatura. Pero no fue así. El PSOE hizo uso de su experiencia para dividir a la compacta mayoría que iba trabándose a lo largo del día en torno al PP. Pero no era tan sólida, como se vio al final. Sobre todo porque las seis ausencias de diputados del PP propiciaron que los socialistas suspiraran tranquilos y se per...

Nueva jornada de nervios, carreras e intensas negociaciones contra el reloj del Grupo Socialista en el Congreso. Todo el morbo de la jornada parlamentaria se concentró pasadas las nueve de la noche ante la expectativa de que el PSOE sufriera su primera derrota parlamentaria de la legislatura. Pero no fue así. El PSOE hizo uso de su experiencia para dividir a la compacta mayoría que iba trabándose a lo largo del día en torno al PP. Pero no era tan sólida, como se vio al final. Sobre todo porque las seis ausencias de diputados del PP propiciaron que los socialistas suspiraran tranquilos y se permitieran, con gesto sonriente, agitar sus pulgares hacia abajo mirando a los escaños del PP.

Zapatero, Rajoy y cinco diputados populares no estaban en el Congreso

Los grupos habían convocado a todos sus diputados. Del PSOE sólo faltaba José Luis Rodríguez Zapatero, y del PP no estaban seis diputados, incluido Mariano Rajoy. La correlación de fuerzas apuntaba a que el PSOE iba a perder una iniciativa del PP de ayudas al sector del automóvil que los populares habían pactado con el resto de los grupos. Pero esa mayoría se rompió cuando el PSOE hizo uso de los resquicios que permite el reglamento para que decaigan las enmiendas. Además, el PP cometió el error de pedir votación punto por punto, de forma que el PSOE pudo apoyar dos apartados sin apenas contenido que lograron unanimidad y el resto los rechazó la Cámara con apoyo de la izquierda y los nacionalistas. Pero el fondo de la cuestión, al menos en esta ocasión, no es lo relevante como reconocen todos los grupos. Se trata de que el grupo mayoritario pierda y la búsqueda de ese objetivo da pie a que se busquen iniciativas que conciten el máximo apoyo pero que incomoden al PSOE. No obstante, el PP logró ayer reunir más apoyo que nunca en torno a sus propuestas. Así, saco adelante dos iniciativas por unanimidad. Toda la Cámara aprobó una proposición de ley en la que se solicita al Gobierno que eleve del 5% al 7% el cupo de reserva del empleo público para las personas con discapacidad, siendo el 2% para las personas con discapacidad intelectual. El PSOE tachó la iniciativa de "oportunista", pero para evitar la derrota terminó apoyándola.

La segunda iniciativa triunfante del PP fue una moción que pactó con CiU y con el PSOE por la que se pide al Banco de España que extreme la vigilancia sobre bancos y cajas.

También fue una tarde de triunfo para CiU, que vio aprobada por toda la Cámara una moción para que el Gobierno reduzca a los empresarios autónomos durante dos años, y en un 50%, las cotizaciones del primer trabajador al que hagan un contrato indefinido.

El desapego del PNV con los socialistas también se puso de manifiesto. Los peneuvistas apoyaron al PP en la Junta de Portavoces en su afán de crear una comisión de investigación sobre la cacería en la que participó el ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo y en la que también estaba el juez Baltasar Garzón. El PSOE la frenó con ayuda de todos los demás grupos. En este nuevo escenario de falta de apoyos parlamentarios, el PSOE defendió ayer como única propuesta propia una proposición no de ley para instar al Gobierno a "garantizar dentro de la Formación Profesional la oferta educativa del tradicional oficio de artista fallero o foguerer".

El diputado socialista José Santamaría defendió la iniciativa con un canto a las fallas en forma de pregón festivo y obtuvo el apoyo de la Cámara. Hubo ocasión para la unión de PSOE y PP. Juntos votaron contra una moción de ERC para extender el uso de las lenguas cooficiales.