Entre la fantasía y la sensatez
La crisis económica planea sobre los desfiles de la semana de Milán
El fantasma de la crisis ha planeado sobre los desfiles de la semana de la moda que hoy termina, igual que la fina llovizna que los ha acompañado. Los ochenta se perfilan como la gran fuente de inspiración de muchos creadores. Alessandro dell'Acqua propone túnicas de tiras de cuero con detalles de malla metálica, entre lo galáctico y Juana de Arco. También se apunta a ellos Frida Gianni, en Gucci, con mini túnicas bordadas de Swarovski y botas ajustadas hasta los muslos. Y algo tenía también en común la colección de Emilio Pucci que estrena a Peter Dundas (ex Ungaro) como director creativo, que optó por pantalones de pitón y grandes chaquetones de zorro.
Roberto Cavalli abandonó sus tradicionales estampados salvajes para subirse al tren de las jóvenes agresivas con largos vestidos de tul transparente. Cavalli canceló el desfile de su línea joven, Just Cavalli, debido a que el productor de la marca, Itierre, se ha declarado en suspensión de pagos. Unas explosivas declaraciones del diseñador han provocado la amenaza de un pleito por parte de sus socios. El espectáculo en Dolce & Gabbana estuvo en su primera fila con Naomi Watts, Scarlett Johansson, Eva Mendes y Eva Herzigova, entre otras. Sobre la pasarela, una opulenta colección ambientada en los cuarenta y cincuenta, con sastres ajustados.
Frente a ellos, otras firmas optan por la discreción, como Thomas Maier para Bottega Veneta y Raf Simons para Jill Sander. Se une a ellos Miuccia Prada, con un estilo más funcional de lo habitual. Christopher Bailey apostó en Burberry Prorsum por prendas clásicas y serenas que recordaban a Virginia Woolf y la época Bloomsbury.