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Los escándalos que afectan al PP

Alarte: "El Consell, bajo sospecha"

El líder del PSPV urge a Camps a dar explicaciones y depurar responsabilidades

La implicación del presidente de la Generalitat en la supuesta trama por parte de la Fiscalía Anticorrupción también tuvo ayer su reacción en el cuartel general de los socialistas valencianos, en la calle de Blanquerías de Valencia, donde se reunió la ejecutiva del PSPV-PSOE poco después de que Francisco Camps leyese su declaración institucional tras saberse en el punto de mira de la investigación judicial. El secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, con un tono serio e institucional, acompañado por varios miembros de su ejecutiva, aseguró que los socialistas asisten a este proceso con "preocupación y bochorno" y urgió a Camps a depurar responsabilidades y a dignificar la institución que representa y que se está viendo afectada por la investigación judicial.

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En ese sentido, le pidió que dé explicaciones y aclare quién de su Gobierno "ordenaba y mantenía" las relaciones de la Generalitat y del PP con Orange Market, una de las empresas investigadas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. En su opinión, Camps "debería liderar la investigación y no hablar de nulidad de procedimientos y cuestiones procesales", ya que "debería ser el más interesado en explicarlo absolutamente todo". "Estamos ante una crisis institucional, una crisis de confianza y una crisis en el Gobierno de la Generalitat", diagnosticó.

Alarte lamentó el "debate falso" en el que se había posicionado el presidente de la Generalitat en la sesión de control parlamentario, en la que desde su punto de vista "debería haber dado explicaciones" y no "victimismo, cortinas de humo y amenazas". El líder de los socialistas valencianos también afeó a Camps que buscara refugio detrás de encuestas en las que, según defendió el propio presidente del Consell en su declaración institucional, de celebrarse ahora elecciones la distancia entre el PP y el PSPV-PSOE sería todavía mayor. "Los votos sirven para ganar elecciones pero no para hacer cualquier cosa al margen de la ley", le recriminó.

Asimismo, calificó el modelo económico, político y de gestión de servicios públicos de la Generalitat como "fracasado". Y vinculó la situación en la que se encuentra el Consell a "una manera de entender la ética política y la gestión de los asuntos públicos fracasada y vergonzante". "Su modelo es el de [Carlos] Fabra [el presidente de la Diputación de Castellón, imputado en varios delitos], de ahí que hoy nos encontremos con un Gobierno bajo sospecha y cuestionado, incluido el presidente de la Generalitat", señaló.

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Alarte insistió en las decisiones que debe tomar el presidente Camps ante la situación "de desconfianza" en la que han quedado las instituciones tras los últimos acontecimientos. En este punto, exigió al jefe del Consell que destituya al consejero de Gobernación, Serafín Castellano, después de que éste hubiese admitido haber adjudicado contratos de las consejerías en las que ha desempeñado cargos de responsabilidad a empresas dirigidas por amigos y "haya confundido lo público con lo privado" al tener "patrimonio y actividad económica con los amigos con los que hace los contratos".

Alarte también reprochó a Camps que lleve años "relacionándose y rodeado de algunas personas que ahora están en la cárcel por delitos gravísimos", con relación a las detenciones derivadas del caso Gürtel, entre las que se produjo la del presidente de Orange Market, Álvaro Pérez Alonso, una persona muy vinculada a varios altos cargos de la Generalitat y el PP valenciano y cuya empresa se ha beneficiado de contratos con la Administración valenciana.

El secretario general del PSPV-PSOE mostró su respeto por las actuaciones fiscales y los derechos fundamentales, pero exigió responsabilidad política así como la restitución de la honorabilidad y credibilidad de las instituciones públicas. Respecto a la posibilidad de que el presidente Camps resulte formalmente imputado por la Fiscalía Anticorrupción, evitó hacer especulaciones "sobre decisiones judiciales" y abogó porque avance la investigación. No obstante, se refirió a la necesidad de que las responsabilidades se esclarezcan "con rapidez, con nitidez y sin ninguna duda". Alarte insistió en que Camps debe abandonar la "opacidad" y los "juegos florales" para afrontar con "responsabilidad política" un momento de "tremenda dificultad" para el Ejecutivo que preside.

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