_
_
_
_
_

La recesión se agudiza en Japón, que sufre ya la peor crisis desde la II Guerra Mundial

Japón atraviesa la peor crisis desde la II Guerra Mundial. Así lo aseguró ayer el ministro de Economía, Kaoru Yosano, al presentar los datos del producto interior bruto (PIB) de 2008. La mayor economía de Asia y segunda del mundo se contrajo un 3,3% en el cuarto trimestre respecto al tercero -cuando lo había hecho un 0,6%-. "La economía japonesa, que depende fuertemente de las exportaciones de automóviles, maquinaria y equipos tecnológicos, se ha visto literalmente vapuleada por la crisis global", dijo Yosano. "Ésta es la peor crisis desde la guerra. No hay ninguna duda", añadió.

Se trata del tercer trimestre seguido en que la actividad del archipiélago sufre un retroceso, por lo que la economía japonesa lleva en recesión desde el pasado marzo. Aunque, según algunos economistas, la recesión -que normalmente se define como contracción en dos trimestres seguidos- se remonta, usando otros parámetros, a noviembre de 2007.

Más información
El ministro japonés de Finanzas dimite tras su polémica intervención en el G-7

Las cifras de despidos dan fe de la magnitud de la crisis. La compañía electrónica Pioneer anunció la semana pasada que va a eliminar 10.000 empleos, a rebufo de grupos como Sony y Nissan Motor, que van a reducir 8.000 y 20.000 puestos de trabajo, respectivamente. El paro alcanzó el 4,4% en diciembre.

Japón, como China, no se vio muy afectado por el desplome crediticio y del mercado inmobiliario estadounidense. Pero la fuerte dependencia de la demanda exterior, unida a la pereza del consumo interno, han provocado una desaceleración mayor que en otros países.

Las exportaciones cayeron un 13,9% en el último trimestre, respecto al anterior, mientras la inversión en empresas y fábricas descendió un 5,3%, debido a los programas de recorte de gastos. Recorte que también aplicaron las familias, cuyo consumo (más del 50% de la economía) bajó un 0,4%. La producción industrial disminuyó un 11,9%.

La apreciación del yen -un 18%, el año pasado- ha agravado la situación. Los productos japoneses se han encarecido en un momento en el que la crisis ha congelado el consumo en Estados Unidos, Europa o China.

El frenazo de las exportaciones perjudica sobremanera a una economía como la japonesa, que en la última década ha incrementado su dependencia de las exportaciones. Las ventas externas representan hoy el 16% de la economía, frente al 10% en 1999.

Y no parece que el escenario vaya a cambiar para Japón a corto plazo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que el PIB nipón se contraerá un 2,6% este año, frente al declive del 2% estimado para el conjunto de países más avanzados. Según Barclays, lo más que se puede esperar de 2009 es que el desplome toque fondo. Para que Japón se recupere, hará falta que las economías de EE UU y China despeguen primero, dice el banco.

El Gobierno del primer ministro Taso Aro se prepara para aprobar un nuevo paquete de estimulación de la economía, por más de 20 billones de yenes (170.800 millones de euros), centrado especialmente en proyectos de infraestructuras. Se sumaría a los anunciados en diciembre (23 billones de yenes) y octubre (26,9 billones).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_