Los efectos de la crisis
Las constantes vitales de la economía europea van de mal en peor. La banca vuelve a flaquear, inmersa en una réplica (más) del terremoto financiero. Las Bolsas llevan siete jornadas bajando. La industria sufre, la confianza se hunde y el euro pierde fuelle pero sigue tan fuerte que dificulta la recuperación en Alemania, y un largo etcétera del que España no logra escapar.
El petróleo marca los tiempos de la inflación como evidencia cada nueva entrega del IPC. Los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística corroboran que en diciembre la subida de precios volvió a perder gas, en paralelo al desplome de la cotización del barril de brent, que cae en picado desde el pasado verano.
Si alguien quiere enfadar de verdad a un banquero sólo tiene que decirle dos cosas: que el Gobierno le está "ayudando" con las inyecciones de capital de las subastas y que la culpa de que no haya crédito es de las entidades porque se guardan el dinero que reciben.
SANDRO POZZI | Nueva York
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