Los versos de un cóctel suicida
"Mis admiradores creen que me he curado; pero no, sólo me he hecho poeta". La que se tenía que curar era Anne Sexton, que en la Navidad de 1956 vio por televisión un programa sobre el soneto y pensó: "Podría hacer eso". Como recordaría al final de su vida, hasta los 28 años "tenía una especie de yo enterrado que desconocía si sabía hacer algo más que salsas y cambiar pañales. Era una víctima del sueño americano".