_
_
_
_
_
Reportaje:

El equipo tranquilo

El Real Unión lleva siete victorias seguidas y no se ve afectado por su 'fiesta' madridista

Por el rabillo del ojo, al Real Unión de Irún no se les escapa el sueño de eliminar al Madrid en la Copa. No lo piensa, sólo lo sueña. Se agarra a elementos tangibles e intangibles: ya le ganó en el Stadium Gal (3-2), a veces pasan cosas raras, quizá el Madrid se duerma, a los de Schuster todos le meten al menos un gol... Ahí se acaba el sueño, en principio imposible, de final feliz, que congenia con el perfecto conocimiento de la realidad que mantiene el equipo que dirige Iñaki Alonso.

Lo habitual es que estas eliminatorias tan desiguales produzcan amodorramiento en el grande y exceso de entusiasmo en el pequeño. Tanto que acaba pasando factura en lo verdaderamente importante, la Liga, que en el caso del Real Unión pasa por el enésimo asalto a la Segunda División.

Más información
El Madrid se la juega con un equipo plagado de bajas

Al Real Unión ni le descentró el sorteo ni el partido histórico contra el Madrid. En el primer caso, fue capaz de superar la adrenalina y ganar al Racing B. Tras vencer al Madrid, en un ejercicio de buen fútbol y despliegue físico, también fue capaz de ganar al Zamora y, en el intermedio antes de visitar el Bernabéu, al Spórting B.

La Copa no ha distraído, pues, a un equipo que lleva siete partidos ganados desde que eliminara al Barakaldo y que, gracias a su solidez, es el líder del Grupo I de Segunda B con una solitaria derrota en 12 encuentros. El Pontevedra fue el único que le doblegó.

El cuadro de Alonso tampoco se distingue por su capacidad goleadora. La única vez que metió tres goles fue... al Madrid. Hasta entonces no había pasado de dos y sólo dos veces, en la Liga, no ganó por la mínima.

Hasta ahí, los datos que avalan los sueños de felicidad unionista ante un partido con desenlace previsible. El trabajo ya está hecho: una buena taquilla, una magnífica victoria y un rayito de esperanza por si salta la liebre. Alonso lo tenía claro y ya adelantó que el emparejamiento era para disfrutar y que en Madrid alinearía un once diferente del de la ida para que su plantilla pueda decir dentro de unos años que, al menos en una ocasión, se enfrentó a un grande. El éxito del Real Unión pasaría por el fracaso del Madrid. Y en eso no influiría la elección de unos u otros jugadores. Es una cuestión de tranquilidad.

JESÚS URIARTE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_