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"Se burlan de los jueces con trampas"

Yolanda Álvarez tiene 44 años, dos hijos a los que lleva todos los días a la escuela y trabaja como funcionaria en la Administración General vasca desde hace 18 años. Atiende a EL PAÍS a las cuatro de la tarde, apenas con tiempo para comer antes de ir a recoger a sus críos a la ikastola. Y eso que tiene un quinto de reducción de jornada. Conoce bien la polémica por los moscosos, ya que es una de las funcionarias que ha recurrido a los tribunales para que se le reconozcan los seis días por asuntos propios.

"Lo de los moscosos ha sido la gota que colma el vaso. Esta casa no nos deja otra vía que la judicialización. A todo dice que no. Y ahora que se reconocen por vía judicial, utilizan la puerta de atrás, el proyecto de presupuestos, para imponer su punto de vista y saltarse las sentencias a la torera. Pretenden burlarse ahora de los jueces con trampas. Son unos tramposos", subraya con cierto enfado.

"Han hecho de Lakua una unidad de quemados", dice una funcionaria

Esta vitoriana entró a la Administración "con ilusión y con ganas de trabajar", pero, como dice una compañera suya, "es la propia Administración la que ha convertido Lakua en una unidad de grandes quemados". Y los moscosos es sólo la punta del iceberg, apostilla.

Frente a la mala prensa que, en general, persigue a los funcionarios, Álvarez reitera: "Lo que tenemos sale de nuestras costillas". Y los seis días de asuntos propios "están reconocidos en el Estatuto Básico del Empleado Público".

"Fijaron las 1.592 horas anuales que, por mucho que digan, no son 35 horas semanales, sino 37 y media. Luego realizan un ajuste para evitar que la Administración se convierta en una factoría de horas extras. Hay un calendario inflado, sobrecargado. ¿Por qué? porque no quieren aplicarnos la jornada continua. No sé que se piensan, ¿que de continuo íbamos a trabajar menos y peor?", se pregunta en tono de reproche.

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Recalca que, al final, es la "jornada de la anticonciliación horaria" y critica que la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, intente ahora presentar a los funcionarios como una "cuadrilla de insolidarios" que en plena crisis, mientras algunos trabajadores renuncian a su paga de Navidad, quieren trabajar menos y no arrimar el hombro.

"Vergüenza debería darles a ellos forzarnos a tener que ir a los tribunales para que se nos reconozca lo que es nuestro. Que colapsen la Justicia con un tema menor como el de los moscosos. Que la Administración de Justicia se gaste un montón de recursos en cientos de juicios en estos momentos de crisis. ¡Eso sí que tenía que ponerles la cara roja de vergüenza¡", censura. Esta funcionaria espera que el asunto se reconduzca al final en el Parlamento. "Quiero creer en la honestidad de la gente", concluye, casi con un pie en la calle para ir a recoger a sus criaturas.

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