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Reportaje:La lucha contra el terrorismo

ETA fracasa en su política exterior

La banda cosecha sus últimos reveses en Ecuador, Bolivia y Paraguay

Luis R. Aizpeolea

El pasado 26 de septiembre, un portavoz del Sinn Fein norirlandés negó "todas las especulaciones" acerca de que su formación política hubiera invitado al etarra Iñaki De Juana a trasladarse a Dublin, después de haber cumplido 21 años de cárcel en España. "No me consta en absoluto que haya sido así. Creo que todo son especulaciones de España", aclaró. Hace tan sólo unos años, el Sinn Fein no se hubiera molestado en desmentir oficialmente cualquier responsabilidad por la presencia de De Juana en Irlanda del Norte. Si ahora lo hace es porque ha marcado distancias respecto a ETA, tras la ruptura de la tregua de la banda terrorista en junio de 2007. Portavoces del Sinn Fein, que habían intentado que ETA no rompiera aquella tregua, admitieron en aquellos momentos, ante representantes del Gobierno socialista, su impotencia porque la banda terrorista no les hacía caso.

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Incluso, el Sinn Fein en la última intentona de final dialogado del terrorismo, la de 2006, no arriesgó lo mismo que en la de 1998-99. En la tregua de hace diez años el propio líder de la organización, Gerry Adams, viajó al País Vasco para respaldar personalmente el proceso. En 2006 ya no lo hizo. Se limitó a recibir a Arnaldo Otegi en Irlanda del Norte, en febrero de 2007, cuatro meses antes de que ETA rompiera la tregua. Desde entonces, Gerry Adams ha desaparecido de la escena española.

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Pero el desmentido del 26 de septiembre tiene aún mayor relevancia porque, a pesar de haber tomado distancia respecto a ETA, el Sinn Fein y el Congreso Nacional Africano (CNA) fueron las principales organizaciones internacionales en las que se apoyó la organización terrorista en el último y fracasado proceso negociador. El partido del ex presidente surafricano Nelson Mandela, a instancias del Sinn Fein, acogió a enviados de Batasuna, antes de la tregua de marzo de 2006, para instruirles en las técnicas de negociación. Pero, igual que el Sinn Fein, el CNA enfrió sus relaciones con ETA-Batasuna tras la ruptura de la tregua.

Lo ocurrido es una expresión de cómo el fracaso del último proceso de final dialogado del terrorismo ha debilitado a ETA, como nunca, también en el plano internacional, donde había hecho un esfuerzo especial en la última década, tras la ruptura de la tregua anterior, la de 1998-99.

Deslumbrada por el respaldo del propio presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, al proceso de paz irlandés a finales de los noventa, ETA y su entorno intentaron emular al IRA con una internacionalización de su conflicto y una ulterior negociación.

Además de la complicidad del Sinn Fein y del CNA, impulsó la creación, en enero de 2006, del Friendship o Grupo de Apoyo de Parlamentarios Europeos para el proceso de Paz, integrado por 11 europarlamentarios, entre los que había suecos, alemanes, holandeses, franceses, escoceses, flamencos, galeses, letones y catalanes.

Poco más tarde, ETA-Batasuna impulsó la creación, en abril de 2007, dos meses antes de la ruptura oficial de la tregua, de la Red Gernika por la Autodeterminación, compuesta por parlamentarios alemanes, mexicanos, flamencos, escoceses e irlandeses, así como por representantes de Dinamarca, Italia y Bielorrusia. Dicha Red consiguió que algunos senadores del Partido de la Revolución Democrática mexicano lograran una declaración favorable del Senado de aquel país.

Tras la ruptura de la última tregua, el Ministerio del Interior, cuyo titular es Alfredo Pérez Rubalcaba, se fijó como objetivo descabezar el dispositivo internacional de ETA. El propio Rubalcaba trasladó esa estrategia política al cuerpo diplomático español en la V Conferencia de Embajadores, celebrada los días 8 y 12 de septiembre en la sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, en Madrid. A los embajadores les advirtió de "las incursiones de las organizaciones-pantalla de la izquierda abertzale en los foros internacionales".

La ofensiva del Gobierno contra la red internacional de ETA se había iniciado un año antes con la detención de los principales responsables internacionales de Batasuna, Joseba Álvarez Forcada y Carmelo Landa, y la huida, como resultado del acoso policial, del tercero, Iñigo Elkoro. Interior asegura que ninguno de ellos ha sido sustituido y, en el caso de que lo hubiera sido, sería sobre el papel porque su actividad es absolutamente inexistente.

"No cabe duda de que el acoso policial a ETA y Batasuna en España influye en el ámbito internacional en que se mueve la banda", señala Teo Uriarte, de la Fundación por la Libertad.

Es un hecho que, desde la ruptura de la tregua, en junio de 2007, la actividad del Grupo de Apoyo de los Parlamentarios Europeos al Proceso de Paz en el País Vasco y la Red Gernika es prácticamente nulo, con la deserción expresa de algunos de sus anteriores integrantes.

La única iniciativa conocida de Batasuna, posterior a la ruptura de la tregua de ETA, ha sido, en los últimos meses, el intento de acercamiento a los presidentes de Bolivia -Evo Morales-, de Ecuador -Rafael Correa- y de Paraguay -Fernando Lugo-, caracterizados los tres por su defensa de las tesis de los movimientos de liberación y enfrentados a Estados Unidos. Los estrategas de ETA pensaban que los líderes indigenistas latinoamericanos podían llenar el vacío que había dejado el distanciamiento del Sinn Fein y el CNA.

Pero los enviados de Batasuna a Bolivia, Ecuador y Paraguay no lograron siquiera ser recibidos por los tres presidentes suramericanos. El Gobierno español ya se había estrenado en su labor de bloqueo a Batasuna y ETA en Latinoamérica con el venezolano de Hugo Chávez. En 2005, el Gobierno de Chaves había concedido la nacionalidad de aquel país a siete miembros de ETA residentes en Venezuela. Posteriormente, otros cinco miembros de ETA reclamados por la Justicia española pretendieron obtener, también, la nacionalidad venezolana. Pero una protesta de la diplomacia española, siguiendo órdenes del Gobierno de Zapatero, logró que se paralizara el proceso.

Batasuna y ETA han tratado, también, de penetrar en Canadá, donde existe tensión nacionalista, a cuenta del conflicto del Quebec, y establecer allí algunos refugiados. El Gobierno Zapatero, advertido de la situación, logró en 2005 las primeras extradiciones desde aquel país: las de Gorka Perea Salazar y Eduardo Plagaro Pérez de Arrilucea. Recientemente, también ha conseguido la del miembro del Comando Madrid Iván Apaolaza, que no ha logrado su objetivo de retrasarla o impedirla con una huelga de hambre.

Batasuna hizo, asimismo, un intento de desacreditar internacionalmente las pasadas elecciones generales del 9 de marzo en el País Vasco, pero su resultado fue reflejo de su pérdida de influencia en el exterior. Invitó a 18 periodistas, juristas y políticos, bajo la calificación de "observadores internacionales", a unos comicios en los que no competía su marca, dado que había sido ilegalizada en cumplimiento de la Ley de Partidos. El personaje más relevante que acudió fue Ingrid Baltzersen, representante en el Parlamento provincial de Oslo (Noruega).

Durante la visita que cursaron los "observadores internacionales", entre los días 5 y 10 de marzo, ETA asesinó al ex concejal socialista Isaías Carrasco en Mondragón (Guipúzcoa). Concretamente, el jueves 6 de marzo. Dichos "observadores internacionales" no pisaron la localidad guipuzcoana. Pero sí se entrevistaron con la alcaldesa de Hernani, Maite Beitialarrangoitia, de ANV, la marca ilegalizada por el Tribunal Supremo por ser continuidad de Batasuna.

Su conclusión consistió en recomendar la creación de una comisión en el seno del Parlamento Europeo sobre el "conflicto vasco" que informara sobre sus conclusiones al Consejo de Europa y a la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE).

Pero hubo más. Precisamente, una representación de la OSCE también visitó el País Vasco en las mismas fechas. En su informe, publicado el 28 de agosto pasado, confirmaba la limpieza de las elecciones generales del 9 de marzo en el País Vasco. Y lo hacía tras exponer, en un estudio detallado, las características del sistema electoral español, las leyes que lo rigen y lo amparan, entre ellas la de Partidos, que ilegalizó Batasuna y sus diferentes marcas. E incluso valoró tal ilegalización como algo justificado por "el interés de la seguridad nacional o pública".

Pero el Gobierno socialista no ha dado aún por terminada su batalla contra ETA en el plano internacional. Una faceta que le resulta especialmente inquietante es el camuflaje de Batasuna en el Comité de Derechos Civiles y Políticos de la ONU. Todavía el pasado 13 de octubre, el abogado Urko Aiartza, del Colectivo Eskubideak, hizo en dicho comité de Ginebra (Suiza) un alegato contra el Estado en su combate contra el terrorismo y reclamó la supresión de la Audiencia Nacional y la derogación de la Ley de Partidos.

Arnaldo Otegi (izquierda) y el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, en Belfast en febrero de 2007.
Arnaldo Otegi (izquierda) y el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, en Belfast en febrero de 2007.EFE
Cinco etarras, en México en 2006, en un encuentro con medios internacionales antes de ser extraditados.
Cinco etarras, en México en 2006, en un encuentro con medios internacionales antes de ser extraditados.REUTERS

La decadencia de 'Askapena'

Cuba y Argelia, países de referencia revolucionaria en el pasado, hace tiempo que marcaron distancias con ETA. Hace veinte años, en 1989, con motivo del fracaso de las primeras conversaciones entre el Gobierno español y ETA, celebradas en Argel, el Ejecutivo argelino expulsó de su territorio a los dirigentes de la banda en aquella etapa, como Antxón Etxebeste, en dirección a la República Dominicana. En ese momento se acabaron los tiempos en que los miembros de ETA eran acogidos en el país magrebí por decenas y se entrenaban en sus dependencias policiales.

Paralelamente, en esa misma época, bajo la influencia de la revolución sandinista en Nicaragua, ETA creó Askapena (Liberación), que toma cuerpo como alternativa al aparato internacional de la banda, al que la presión internacional española y la propia Justicia acosan. El campo de actuación preferente de Askapena son los países latinoamericanos, aunque también anuda relaciones con organizaciones palestinas, del Sáhara Occidental, Irak y Kurdistán.

Una de las principales actividades de Askapena, la de las "brigadas internacionalistas" que enviaba a hacer turismo revolucionario a países latinoamericanos, ha sufrido un importante bajonazo este verano. Si en el pasado lograba enviar a más de un centenar de militantes, este año no ha sido capaz de llegar a la treintena.

También ha fracasado Askapena este año en las Jornadas Internacionalistas que organizó en Elorrio (Vizcaya), la semana del 9 al 13 de junio. No han tenido repercusión mediática ni siquiera en los medios afines a la izquierda abertzale. Si en años anteriores contaban con la presencia de militantes del Partido de la Revolución Democrática de México, de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) o del Sinn Fein, este año no han contado con nadie que les apoyara.

Askapena ha caído, otra vez, recientemente, en el patetismo. El 13 de septiembre, organizó en Milán (Italia) un acto, en coincidencia con la presencia del ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, que se convirtió en una reunión de amigos. El único eco de su visita lo protagonizó el eurodiputado Mario Borghezio, de la Liga Norte -partido que apoya al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi-, que ensalzó a Batasuna, lo que obligó al embajador de Italia en España, Pasquale Terracciano, a disculparse ante la AVT.

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