La vida antes de marzo
"En este bosque helado, tan propicio a la música y el crimen, ni siquiera un viajero veterano como yo soy es capaz de saber dónde estamos. ¿Hemos cruzado alguna antigua frontera, alguna estación en desuso? No da tiempo a leer los letreros y la velocidad del tren en el que viajo es tal que confunde el tiempo en nuestros viejos relojes. Hace un rato era febrero en Estambul, pero quizá nos estemos acercando a un marzo en Madrid. En Londres están un poco jueves, pero estoy seguro de que aún llueve lunes en aquel pueblo de cuyo nombre no me acuerdo.
Los pueblos, difuminados por el paso veloz del tren, aparecen como brochazos blancos, nevados los árboles, borrosas las iglesias y sólo el viajero es nítido y fijo sobre un paisaje blanco.
Juan, el viajero, mira las caras de sus compañeros de departamento: el número 109 6 B de este tren que viene de todas las estaciones y se dirige a varios sitios a la vez, pues ni nace ni muere, es un circular recientemente inaugurado tras años de burocracia comunitaria. No tiene una cabecera de línea, ni estación terminal...".
Arranque de la primera novela de Manuel Gutiérrez Aragón.