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Guerra en el Cáucaso

Saqueos en el camino a Gori

Soldados rusos y combatientes de Osetia del Sur asaltan las viviendas de los georgianos - Muchas aldeas de la zona quedaron envueltas en llamas

Docenas de viviendas están en llamas. Los soldados van de casa en casa, cargando aparatos de televisión y cuanto botín encuentran: sobre la carretera que va de Osetia del Sur a Gori, los combates han dejado paso al pillaje y a la desolación.

A lo largo del camino que llega a la ciudad natal de Stalin, nudo estratégico entre el este y el oeste de Georgia, los vehículos pasan a toda velocidad, con los cañones de los fusiles asomando por las ventanas.

En uno de los pueblos que atraviesa la carretera, el cuerpo de hombre, en ropa de civil, yace junto a una gasolinera. Un poco más lejos, otro cadáver con el rostro ensangrentado está aplastado por un minibús volcado.

El miércoles por la mañana, centenares de combatientes de Osetia del Sur y algunas docenas de militares rusos asaltaban las casas a lo largo de la carretera, como pudo presenciar un periodista que circulaba con dos combatientes surosetios. El ambiente es tenso y surrealista. Los dos hombres comentan que los habitantes de Gori han huido de la ciudad y que piensan ir a saquear sus viviendas.

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En los pueblos georgianos de Ergneti y Borgneti, las llamas abrazan las fachadas de los edificios. Columnas de humo salen de los huertos.

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En la carretera, combatientes no identificados y soldados rusos asaltan las tiendas y salen cargados de cigarrillos y botellas de cerveza y coñac.

A una veintena de kilómetros de Gori, una región que Moscú desmiente haber ocupado, los soldados rusos de un vehículo blindado de transporte de tropas advierten al periodista que se han producido combates en la zona durante la noche, y que los francotiradores pueden todavía estar activos.

A lo lejos se escuchan explosiones se escuchan, sin que se pueda determinar con exactitud de qué dirección proceden.

Las tropas rusas paran cinco vehículos cargados de combatientes de la región. Tumbados en el suelo, esos hombres se identifican y terminar por marcharse. Los militares cuentan que por el camino se han ido apropiando de fusiles automáticos de fabricación estadounidense y de otro tipo de armamento abandonado en su huida por el Ejército georgiano.

Un poco después, los mandos de las fuerzas rusas reconocen que están en Gori para "vaciar un depósito de armas y material militar" de los georgianos y "garantizar la seguridad de la población civil".

Según los soldados rusos que han colocado un puesto de control en la carretera, las tropas del batallón Vostok, cuyos abusos en Chechenia han sido denunciados por varias organizaciones de derechos humanos, están en Gori.

Dos civiles georgianas, en su huida de Gori tras los nuevos ataques rusos sobre la ciudad.
Dos civiles georgianas, en su huida de Gori tras los nuevos ataques rusos sobre la ciudad.REUTERS

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