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Reportaje:RUTAS INSÓLITAS

La 'rive gauche' madrileña

Algunas propuestas para disfrutar de los alrededores del río Manzanares

Francesco Manetto

Madrid no tiene rive gauche (orilla izquierda) al estilo parisiense... O sí. Todo depende de las perspectivas. Aunque no haya Barrio Latino ni esas pequeñas librerías al aire libre llamadas bouquinistes, con un poco de curiosidad e imaginación es posible trazar algunos recorridos por los alrededores del Manzanares a su paso por la capital, a la espera de que el Ayuntamiento termine las obras de recuperación del río. Porque si pedalear, por ejemplo, entre Getafe y El Pardo es todavía una entelequia, mientras tanto más vale ir practicando para no envidiar demasiado a capitales europeas como París, Bruselas, Berlín o Roma, que han convertido sus orillas en uno de los mayores atractivos de la ciudad.

El puente de la Reina Victoria cuenta todavía con puestos para la pesca

Se puede empezar, por ejemplo, con un paseo por el parque de Atenas, que por las noches se convierte en un lugar para ver y dejarse ver gracias a un chiringuito conocido como la Terraza Atenas, hasta alcanzar un lugar decididamente más sosegado: la ermita de la Virgen del Puerto (paseo Bajo de la Virgen del Puerto, s/n). Esta iglesia, llamada en el pasado La Melonera y semiescondida entre los jardines del Campo del Moro y el río, fue mandada construir a principios del siglo XVIII por el marqués de Vadillo. Seriamente dañada durante la Guerra Civil, fue reconstruida en 1945 por Carlos Mendoza, el mismo arquitecto que se encargó de la canalización del Manzanares, y hoy conserva frescos y pinturas de Zacarías González Velázquez.

Si desean añadir otro toque místico a su ruta por los alrededores de la Ribera, pueden caminar por el paseo de la Florida hasta otra ermita, la de San Antonio, levantada a partir del siglo XVIII y decorada, entre otros, por Goya. Para proteger y garantizar la conservación de sus pinturas, a comienzos del siglo pasado se construyó al lado del conjunto una iglesia gemela. Se trasladó allí el culto y se reservó la ermita original como museo. Ya entonces, esta capilla se había convertido, además, en panteón conmemorativo de Goya, ya que en 1919 se habían trasladado allí los restos del artista desde Burdeos, donde falleció.

A escasos metros de esta iglesia, Casa Mingo (paseo de la Florida, 34) es una etapa casi obligada, más trivial pero con una historia peculiar. Cuenta la leyenda que esta sidrería fue inaugurada en 1888 en un almacén de la estación del Norte, y hoy ofrece quizás los pollos asados y el queso de Cabrales más celebrados de Madrid. Y, tras cenar en su terraza, si apetece ver una película, se puede acudir, por ejemplo, a una de las sesiones de cine de verano del cercano parque de la Bombilla (avenida de Valladolid, s/n), que este fin de semana programa Leones por corderos, La brújula dorada, Rudy el cerdito y Juntos, nada más. Si, en cambio, prefieren pasear, no olviden cruzar el río por el puente de la Reina Victoria (entre las calles de Aniceto Marinas y Ribera del Manzanares), una construcción con toques modernistas que cuenta todavía, en sus cercanías, con algunos puestos para la pesca.

Para los más deportistas, un plan más intenso que comienza en la glorieta de San Vicente, junto a la estación de Príncipe Pío, y, con un poco de ejercicio y buena voluntad, puede terminar en Manzanares el Real. Allí arranca el primer tramo de la llamada Senda Real GR 124 -promovida como sendero de gran recorrido por Ecologistas en Acción en 1999 y reconocida por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada-, que permite ir del centro de la capital hasta la sierra andando.

El camino, jalonado al principio por algunas acacias que bordean todavía el paseo de la Florida, se extiende a lo largo de 47 kilómetros y pasa por el puente de los Franceses, el palacio de la Moncloa, la puerta de Hierro, el monte de El Pardo, Colmenar Viejo y el embalse de Santillana.

El puente de la Reina Victoria, de estilo modernista, fue edificado a principios del siglo XX.
El puente de la Reina Victoria, de estilo modernista, fue edificado a principios del siglo XX.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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