Los partidos de Pakistán abren el proceso para destituir a Musharraf
Los principales partidos de la coalición gobernante en Pakistán anunciaron ayer que iniciarán "inmediatamente" un proceso para destituir al presidente, Pervez Musharraf, por haber hundido al país en una crisis política y económica, advirtiéndole de que se abstenga de adoptar medidas contra el Gobierno de la nación. La decisión probablemente profundizará aún más la incertidumbre política que se vive en un país musulmán que dispone de armamento nuclear, aliado clave de EE UU y al mismo tiempo enfrentado a la creciente amenaza del extremismo islamista.
El líder del Partido Popular de Pakistán (PPP), Asif Alí Zardari, viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto (asesinada el pasado 27 de diciembre), fue el encargado de leer una declaración conjunta que señalaba que la "incompetencia" de Musharraf "ha debilitado el país", por lo que "se ha convertido en un imperativo" iniciar el proceso, para lo cual "la dirección de la coalición [gubernamental] presentará un pliego de cargos". Zardari estaba acompañado por el ex primer ministro Nawaz Sharif, líder de la Liga Musulmana-N, segunda fuerza del país.
La Constitución paquistaní estipula que un presidente puede ser apartado del poder en caso de incapacidad mental o física para ejercerlo o bajo los cargos de violación de la ley fundamental o "mala conducta".
Según constataba la declaración, Musharraf se había comprometido a someterse a un voto de confianza de las nuevas asambleas paquistaníes cuando defendió ante el Tribunal Supremo su reelección como presidente, en octubre pasado. Zardari explicó que las asambleas provinciales conminarán ahora a Musharraf a que se someta al voto de confianza prometido, al tiempo que se inicia el proceso de destitución.
Para iniciar un proceso de destitución es preciso que la mitad de los diputados -una mayoría que tienen los partidos gubernamentales- presenten un escrito con los cargos contra Musharraf ante la presidenta del Parlamento, Fahmida Mirza. En un plazo de tres días, la presidenta tiene que hacer llegar el documento a Musharraf, momento a partir del cual, Mirza dispondrá de 7 a 14 días para convocar una sesión extraordinaria de las dos Cámaras. Dos tercios de los legisladores deben votar a favor de la destitución.
