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Zapatero rechaza la pretensión de Rouco de modificar Educación para la Ciudadanía

El cardenal reclama su derecho a defender la moral católica con "libertad evangélica"

Anabel Díez

Las posiciones de fondo no han variado, aunque la incógnita está en cómo se traducirán en esta legislatura las hondas discrepancias de la jerarquía de la Iglesia católica con la política del Gobierno, con el antecedente de que en la anterior el malestar se expresó desde los púlpitos y en la calle. Aún es pronto para saberlo, ya que ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, constataron sus diferencias en un clima de cordialidad, según ambos reconocieron.

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El presidente no aceptó la sugerencia del cardenal de modificar algunos de los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. "Es una ley aprobada por las Cortes Generales", aseguran fuentes gubernamentales que respondió Zapatero a Rouco. Además, el jefe del Ejecutivo recordó al presidente de los obispos que existe un acuerdo cerrado sobre esta asignatura con la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE). En efecto, la FERE acepta impartir la asignatura aunque sus alumnos tendrán también la visión católica de los contenidos.

A iniciativa propia, el presidente le confirmó que su Gobierno reformará la Ley de Libertad Religiosa para incorporar los cambios que ha habido en España desde que esa ley fue aprobada 30 años atrás. Rouco obtuvo del presidente el compromiso de mantenerle informado sobre las modificaciones de esta norma, como deferencia obligada ante el representante de la religión que profesan en España "millones de ciudadanos", explicó posteriormente la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Defensa de la familia

Quizá no por casualidad, Zapatero explicó a Rouco la política de su Gobierno en favor de las familias, dado que durante la anterior legislatura la jerarquía católica le acusó de no defenderla, singularmente tras la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. El 30 de diciembre de 2007 hubo una concentración en Madrid de las familias católicas, convocadas por la jerarquía de esta Iglesia, en la que se relacionó la aprobación de ésa y otras leyes del Gobierno con la "disolución de la democracia".

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Zapatero desplegó ayer ante Rouco el catálogo de ayudas aprobadas y las que habrá en esta legislatura. Y empezó por la entrega de 2.500 euros por nacimiento o adopción de cada hijo. Asimismo, el presidente elogió la labor abnegada de organizaciones católicas que trabajan con los inmigrantes y los más desfavorecidos.

Sí hubo un acuerdo de gran relevancia para la Iglesia. El Gobierno pondrá toda la logística necesaria para que la celebración, en agosto de 2011, de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, presidida por el Papa Benedicto XVI, sea un éxito.

Además de este compromiso concreto no hubo mucho, pero tampoco se esperaba de la primera reunión "de cortesía institucional" entre quienes acaban de renovar sus respectivos puestos. Tras la reunión, llegó la reafirmación de las posiciones. "El Gobierno ofrece a la jerarquía eclesiástica respeto y lealtad, y le pedimos, al mismo tiempo, respeto y lealtad", señaló la vicepresidenta. La Iglesia, por su parte, reivindica su derecho a "anunciar la fe y la moral católica con libertad evangélica", según una nota de la Conferencia Episcopal posterior a la reunión. Antes de la misma hubo voces de la Iglesia muy en línea con la hostilidad mantenida en los últimos cuatro años, informa Pilar Álvarez. En la Universidad Menéndez Pelayo de Santander el arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián, señaló: "No espero del Gobierno ningún gesto de generosidad ni que encauce la relación con la Iglesia en una perspectiva de leal colaboración". Para Zapatero, sin embargo, la reunión fue "fructífera" y mostró cierta perplejidad ante la posibilidad de que la Conferencia Episcopal sintiera "malestar" por el "formato" de la entrevista, según recogía Europa Press.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco (a la izquierda), en la entrevista en La Moncloa con el presidente Zapatero.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco (a la izquierda), en la entrevista en La Moncloa con el presidente Zapatero.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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