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Reportaje:WIMBLEDON 2008 | Un pulso para la historia

"Es la derrota más dura de mi carrera"

Federer se queja de la falta de luz en el último 'set'

Aguantó el tipo sobre la hierba, con la bandeja de perdedor en la mano, reconociendo los méritos del campeón y felicitándole con la educación de un caballero: "Es un campeón de arriba abajo, es divertido jugar con él". Y retándole para el futuro: "El año que viene volveré", explicó Roger Federer, el mejor jugador del mundo, el pentacampeón del torneo, tan adorado por el público de la pista central del All England Club. Al oír esas palabras ese mismo público estalló. Gritos, aplausos, mimos para el campeón tocado. El suizo aguantó el tipo.

Más tarde, en la sala de prensa, Roger Federer se mostró desolado y explicó un poco mejor lo que sentía tras perder con Nadal. "Es la derrota más dura de mi carrera", dijo. "Es un desastre. No tiene nada que ver con la derrota en Roland Garros", añadió. Se puede entender. Aunque Federer ha perdido las tres últimas finales del torneo parisino con Nadal, Wimbledon tiene un sentido especial para él. Aquí ganó su primer grande, allá por 2003. Y desde ese año y hasta ayer, tras una final para la historia, no había perdido nunca. Es su título fetiche. Su casa.

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Federer no buscó excusas a la derrota, pero sí se quejó de la falta de luz en el quinto set de un partido que terminó de noche tras ser suspendido dos veces por la lluvia. "No se podía ver, pero fue una batalla justa. Los dos jugamos duro hasta el final. Tuve que empujar mucho para llegar al quinto set. Ha sido la derrota más dura de mi carrera de largo".

"Nadal estuvo sólido como una roca. Definitivamente ha mejorado su juego, aunque no creo que necesitara un partido como el de hoy para demostrárselo a nadie", prosiguió el campeón destronado, de 26 años. "Para alguna gente, sin embargo, sólo cuentan los trofeos. Es un gran competidor y creo que ha jugado muy bien".

El número uno del mundo prometió volver el año que viene a recuperar su título y, a su manera, reconoció que el partido debió haber sido mucho más corto. "En el tie-break del cuarto, Rafa se puso nervioso. No hacía los restos que suele. No podía jugar agresivo. Creo, sinceramente, que nunca debió perder ese tie-break".

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