No dejan de ser un producto de ocio. Pero consiguen que una persona conozca a la perfección cómo se maneja un Panzer de la II Guerra Mundial. O que sepa lo necesaria que era una plantación de lino para la posterior costura de las vestiduras de los ciudadanos de clase media o alta en la antigua Roma.
La ciencia nunca ha salido ilesa de las crisis económicas, y ésta no va a ser una excepción. El Gobierno mantiene su objetivo de crear 50.000 plazas de investigadores -públicos y privados- de aquí a 2015, pero admite que tendrá que convocar unas 2.000 menos de las previstas el año que viene.
E. DE B. / AGENCIAS | Madrid / Berlín
Cientos de miles de lesbianas, gays y transexuales salen a la calle en Europa para reclamar la igualdad