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Crónica:La lidia | Feria de San Isidro
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Se lo dedico a mi abuelo y a mi hermano"

El diestro de Galapagar exhibió su habitual discreción tras la gesta en Las Ventas

"¡P' abrirse las venas de gusto!", decía un castizo. La expectación de la tarde de ayer en Las Ventas sólo había sido igualada por la que causó la presentación en Madrid de El Cordobés. Entonces algunas gentes humildes confesaron haber empeñado el colchón para poder ver a aquel fenómeno social. Es posible que, en el día de ayer, alguien se haya quedado sin vacaciones pagando 600 euros por un tendido alto que suele costar veinte. Le mereció la pena el riesgo. Se queda sin vacaciones pero podrá contar a sus descendientes que fue testigo de una de las tardes de toros más importantes de los últimos tiempos: la vuelta de José Tomás a Madrid.

Al finalizar la gesta, suficientemente elocuente de por sí, nadie esperaba que el maestro dijera nada con palabras. Ante la insistencia, y pensándose lo que iba decir como si fuera a dar otro natural, manifestó: "Lo único que quiero decir ahora es que el triunfo de esta tarde se lo dedico a mi abuelo y a mi hermano Antonio, que él sabe por qué".

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Tampoco su apoderado, Salvador Boix, estaba dispuesto a hacerle de relaciones públicas precisamente, pero sí concentró en sucintas palabras el auténtico valor de lo hecho por Tomás en Las Ventas: "Esto supone la reafirmación de lo que es José Tomás; simplemente, lo de esta tarde ha sido la reafirmación de este torero. Por lo demás, no comment". Pero las declaraciones importantes de la tarde, además de las palabras de sus protagonistas, las ha hecho el público de Madrid: "¡Torero, torero, torero!", ha sonado sin cesar tras los momentos más vibrantes de la tarde. Ha sido ésta la respuesta de la plaza a la absoluta entrega que José Tomás ha puesto en todos y cada uno de sus actos. En un principio los más descreídos mostraron reticencias: "Como esas gaoneras hemos visto doscientas en la feria..."; pero a medida que el de Galapagar iba entrando en harina, nadie pudo mantener ya la menor reserva, ni prejuicio alguno que se sostuviera, ante lo que estaba viendo en el ruedo. Sólo un conocido aficionado del 7 se permitió el lujo de decirle, por ejemplo, dónde había de colocarse. Lo curioso es que José Tomás pareció hacerle caso y se situó donde se le indicó.

El color de la tarde había comenzado siendo grisáceo; plomizo. Más adelante fue abriéndose paso el sol, pero el aire no dejó de molestar en toda la tarde. También fue un elemento con el que Tomás supo jugar y poner a su favor para demostrar que absolutamente nada podía impedirle el triunfo.

El torero Javier Conde, partícipe de la tarde de ayer, expresaba su satisfacción por haber intervenido en una corrida tan importante: "Ha sido maravilloso poder ver a un José Tomás tan pletórico, tan increíble".

Que se lo digan a la infanta Elena. Todo el mundo pudo ver cómo se desgañitaba pidiendo las orejas para José Tomás...Hasta 600 euros se llegaron a pagar por localidades que valían no más de 20"Es la reafirmación de este torero", dice Salvador Boix, su apoderado

Siempre con gesto sobrio, pensativo, el torero sigue atento la lidia desde el callejón, ayer en Las Ventas.
Siempre con gesto sobrio, pensativo, el torero sigue atento la lidia desde el callejón, ayer en Las Ventas.MARISA FLÓREZ
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