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Mas llama a recuperar la centralidad y avala la autodeterminación

Convergència Democràtica (CDC) puso ayer rumbo a su congreso de julio, en el que Artur Mas intentará la carambola de abrazar el derecho a la autodeterminación de Cataluña y al mismo tiempo recuperar la "centralidad catalanista" de la que ahora alardea el Partit dels Socialistes (PSC). El consejo nacional de CDC aprobó las cuatro ponencias que se debatirán en el congreso de julio, entre ellas la que especifica que el partido "no renuncia a ningún planteamiento ni de presente ni de futuro" en el "derecho a decidir del pueblo de Cataluña".

Con guiños al electorado más nacionalista, que se completarán con el ascenso del soberanista Felip Puig a la secretaría general adjunta del partido, Mas pretende ensanchar la base electoral de la formación. Pero ayer el líder de CDC también tuvo palabras para el pujante sector del partido encabezado por el alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder, que le pide que centre sus esfuerzos en ganar al PSC más que en enzarzarse en luchas cainitas con Esquerra Republicana (ERC). De ahí que Mas dijera ayer tras el consejo nacional que su objetivo es romper el "monopolio socialista" que en su opinión se vive en Cataluña. La razón para evitar ensañarse con ERC sería que esta fuerza ya está "diluida" en el PSC.

En otro intento de gustar a todos, a los que defienden la continuidad de la federación de Convergència con Unió y a los que piden un cambio de las relaciones entre los socios, Mas y el consejo nacional bendijeron la ponencia que avala los acuerdos, pero que al mismo tiempo apuesta por "revisar y mejorar" la fórmula de relaciones. Así, todo queda abierto en las relaciones entre dos partidos tras los baches de los últimos meses. La ponencia avala la continuidad de los pactos siempre que sea posible, pero achaca al socio democristiano todos los problemas que han surgido en los últimos meses. "Unió ha querido marcar su perfil propio y eso ha impedido tener una sola voz".

En paralelo a la preparación del congreso, Mas recordó que habrá que velar por las negociaciones sobre la financiación de la Generalitat, por lo que volvió a pedir una reunión con el presidente del Gobierno catalán, José Montilla.

El presidente se resiste, por ahora, a convocarla.

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