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Corrupción policial en Coslada

"Es una serpiente que se escapa"

El alcalde y otro jefe policial pidieron ayuda al delegado del Gobierno

F. Javier Barroso

La entrada del PSOE en el Ayuntamiento de Coslada (83.200 habitantes) en 1999 supuso la llegada de una nueva figura a la Concejalía de Seguridad. El alcalde Juan Granados nombró a un capitán de la Guardia Civil, Antonio Plana, director de Servicios. Se trataba de un puesto que hace de unión entre el concejal y el jefe de la Policía Local, Ginés Jiménez Buendía, detenido el jueves acusado de encabezar y dirigir una de las mafias policiales más grandes de España.

"En los accidentes, no auxiliaba a la gente, les pegaba", dice el ex mando
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Uno de los cometidos de Plana era acabar con las presuntas irregularidades que estaba cometiendo Jiménez. "En esas fechas, había tres o cuatro policías de noche a su cargo que eran auténticas ovejas negras", reconoció ayer Plana a EL PAÍS. De hecho, salía todas las noches para patrullar y comprobar que Jiménez o este grupo que tenía a su cargo no cometiera alguna irregularidad.

Plana reconoce que durante esos años recibieron bastantes quejas y denuncias vecinales de supuestos abusos de autoridad, lesiones, tratos vejatorios y detenciones ilegales. "En vez de auxiliar a la gente en los accidentes, les pegaba", declaró a la cadena SER. Pero los vecinos no ratificaban esas denuncias ante la policía o en el juzgado. La práctica totalidad rechazaba hacerlo por miedo a represalias. "Siempre ha sido como una serpiente o una culebra que se va escapando de todas las acusaciones que había contra él", explicó Plana. Hubo hasta tres acusaciones de detenciones ilegales contra Jiménez, recuerda el ex alto cargo, pero que fueron sobreseídas al llegar a la Audiencia Provincial.

La situación llegó a tal punto que Plana, acompañado del alcalde, mantuvo una reunión informal con el entonces delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades (PP), ya que Jiménez era amigo de éste. Ambos le pidieron que mediara para que el jefe policial cambiara su forma de actuar. "De poco sirvió esta conversación. Después las cosas se torcieron muchísimo", afirmó Plana.

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Núñez Morgades explicó ayer que no se acordaba de esa reunión con Granados y con Plana, pero que si éste la refería, seguro que se produjo. Lo que sí recordaba es que el entonces jefe superior de Policía de Madrid, Julio Corrochano, habló con Jiménez y éste empezó a coordinarse con el Cuerpo Nacional de Policía, lo que no estaba ocurriendo.

Plana reconoce que la situación con Jiménez fue muy difícil durante los dos años que estuvo en su puesto. Asegura que le llegaron a robar una carpeta con documentación mientras estaba en un cercanías. Jiménez le acusó de un delito de falta de custodia de documento público. Esta denuncia fue archivada porque en el portafolios sólo iba una sentencia, que lógicamente era pública, referida a un litigio entre el propio Jiménez y Plana. "Ahora que ya ha pasado el tiempo da la sensación de que al PP, que entró después del PSOE en el Ayuntamiento de Coslada, no le interesaba seguir con estas investigaciones", criticó Plana. "No pude hacer nada, pero me fui con la conciencia muy tranquila, lo intentamos por todos los medios", concluyó.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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