Pujol sostiene que Baltasar ha hecho el "ridículo" con la sequía

Jordi Pujol se permitió ayer una licencia inesperada: citar a su antecesor en la presidencia de la Generalitat, Josep Tarradellas, con quien siempre mantuvo distancias. La cita le sirvió para descalificar al consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (de quien dijo que ha hecho el "ridículo" en la gestión de la sequía), y por extensión al conjunto del Gobierno catalán. El ex presidente dio una charla sobre los problemas del agua en Cataluña y concluyó con la defensa de algún tipo de aportación externa para las cuencas centrales: el Ródano, de preferencia, pero sin descartar la posibilidad ...

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Jordi Pujol se permitió ayer una licencia inesperada: citar a su antecesor en la presidencia de la Generalitat, Josep Tarradellas, con quien siempre mantuvo distancias. La cita le sirvió para descalificar al consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (de quien dijo que ha hecho el "ridículo" en la gestión de la sequía), y por extensión al conjunto del Gobierno catalán. El ex presidente dio una charla sobre los problemas del agua en Cataluña y concluyó con la defensa de algún tipo de aportación externa para las cuencas centrales: el Ródano, de preferencia, pero sin descartar la posibilidad de 200 hectómetros cúbicos del Ebro.

El argumento central era diáfano: el problema del agua es más que el problema del agua, define una forma de hacer política. Y en el caso del Ejecutivo que preside José Montilla, esa forma es incoherente y está lastrada por la demagogia de cuando los socialistas estaban en la oposición. Ejemplo de incoherencia: se defiende que la solución a la falta de agua son las desalinizadoras y se rechaza la conexión eléctrica, pese a que las plantas suponen un alto consumo de energía eléctrica.

Pujol reconoció algún fracaso en la gestión hecha por CiU. Así, explicó que se emprendieron dos campañas de ahorro. La relacionada con la energía fue fructífera; la del agua, no. Lo achacó, sin embargo, a la baratura del producto y aprovechó para defender la implantación del canon del agua, replicado con movilizaciones por la izquierda. Reconoció también que uno de los problemas principales es el despilfarro de agua en la agricultura.

Finalmente defendió que hay soluciones (el Ródano y el Ebro) y acabó con una ironía sobre las negativas a facilitar agua a Barcelona: la solidaridad, dijo, es un "engañabobos" y evocó un personaje que afirma: "La solidaridad sólo hay que practicarla con los bienes ajenos".

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