Los organismos internacionales ante la crisis
Barras de labios rojo pasión. Los expertos dicen que no hay mejor indicador de crisis que las ventas de pintalabios de ese color. Entre los ministros y los banqueros centrales del G-7 -el grupo de siete países que en su día eran los más industrializados del mundo- no abundan las mujeres, lo que reduce las posibilidades de comprobar la validez de ese exótico predictor de dificultades económicas.
Apenas le quedan dientes, pero habla claro. Concepción Martín lleva 26 años enfrente de la Casa Blanca. Acampa ante la verja preñada de policías, día y noche, en una perpetua protesta contra la guerra, contra Bush, contra la energía nuclear y este fin de semana "contra el FMI, el G-7 y todos los que nos han llevado a que estemos peor que nunca".
Para que nazcan setas hace falta humedad, un otoño propicio y bosques umbríos. Para que surjan del suelo -como setas- paneles capaces de transformar la luz del sol en electricidad sólo han sido necesarios dos elementos: normas ambiguas y precios elevados. El resultado han sido 17.000 instalaciones de paneles solares, de dimensión variable, repartidas por toda la geografía.
Hasta el rabo todo es toro. La noche del martes parecía todo encauzado para poner punto final a un conflicto que ya dura año y medio y que ha involucrado a los Gobiernos de España y Francia: la constructora Sacyr comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un acuerdo con su rival Eiffage, por el cual el grupo español vendía el 33,3% del francés a inversores institucionales y ésta retiraba las demandas contra Sacyr.