La Junta cerca al lince en Doñana

La muerte de cuatro animales aviva las críticas hacia la gestión del Life

Las muertes en Doñana de un macho adulto y de tres de los cuatro cachorros de una camada linces en los últimos días ha provocado una lluvia de críticas a la Consejería de Medio Ambiente que, a través del proyecto Life, gestiona la lucha para preservar las poblaciones en libertad de este felino en Doñana. El director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Fernando Hiraldo, no se explica "cómo, desde el Life, no se cuenta con la opinión de expertos científicos que llevan más de 20 años trabajando con el lince".

Es el caso de Francisco Palomares, uno de los máximos expertos en el animal...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las muertes en Doñana de un macho adulto y de tres de los cuatro cachorros de una camada linces en los últimos días ha provocado una lluvia de críticas a la Consejería de Medio Ambiente que, a través del proyecto Life, gestiona la lucha para preservar las poblaciones en libertad de este felino en Doñana. El director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Fernando Hiraldo, no se explica "cómo, desde el Life, no se cuenta con la opinión de expertos científicos que llevan más de 20 años trabajando con el lince".

Es el caso de Francisco Palomares, uno de los máximos expertos en el animal que pertenece a la plantilla de investigadores de la EBD, un organismo dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "No existe una dirección ni una coordinación por parte de la Consejería", asegura.

Palomares critica también el hermetismo con el que la consejería realiza la gestión del Life: "Nosotros no tenemos nada que ver. Nosotros nos dedicamos a la investigación. Además, la Junta tampoco quiere que nos dediquemos a nada más, ni quieren contar con nosotros salvo para algunas cosas muy concretas. Ni siquiera nos preguntan".

Las objeciones al trabajo de la Administración autónoma son aún más rotundas por parte de los grupos conservacionistas como WWF/Adena o Ecologistas en Acción. Adena denunció que Clavo, un lince adulto, había muerto de hambre al quedarse atrapado en uno de los cercados preparados para acoger a ejemplares traídos de Sierra Morena con el fin de que se apareen y refuercen genéticamente la especie en Doñana.

Los ecologistas se alarmaron por el hecho de que el animal, al que se le controlaba por radio, permaneciese dentro de un recinto durante días sin que nadie pareciese percatarse. Días después, murieron tres cachorros de Wari en el paraje de Coto del Reyos. Los ecologistas denunciaron entonces que no se hubiese apartado a las terceras y cuartas crías de la camada múltiple, por el riesgo que tienen de no sobrevivir. Algo que los científicos avalan. "Por nuestros estudios sabemos, por ejemplo, que la supervivencia normal de camadas de tres o cuatro es sólo de dos cachorros. Eso lo conocen en la Junta", sostiene Francisco Palomares.

Tras la muerte de los cachorros, Adena pidió cambios en la dirección del equipo del programa Life y solicitó a la Unión Europea una investigación sobre las posibles negligencias. Por su parte, Ecologistas en Acción presentó un escrito en la Fiscalía de Huelva para que investigase el caso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sin embargo, el director general de Gestión del Medio Natural, José Guirado, defiende la manera de actuar del equipo Life tanto en el caso de Clavo como en el de las crías de Wari. "El 24 de marzo se recibió la última emisión de Clavo, que indicaba que todo era normal y que el animal estaba alejado del cercado. El 2 de abril tenemos los primeros datos que nos indican que el ejemplar ha fallecido en el interior del cercado. La necropsia indica que pudo fallecer el 31. La secuencia temporal no se parece en nada a la que señalan los ecologistas, que dicen que podía llevar más de una semana muerto", explica.

Según los estudios del cadáver que avanza Guirado, Clavo estaba debilitado, con el bazo terriblemente afectado por un traumatismo de origen desconocido. Todo ello, posiblemente le impidió alimentarse con normalidad. "El animal murió allí como podía haberlo hecho en cualquier punto. No hay rastro de que intentase salir", asegura.

En cuanto a los cachorros muertos, Guirado defiende que se aplicó el protocolo de actuación correctamente. "Es cierto que al ser un parto múltiple se dice que se pueden retirar algunos cachorros, pero nada hacía indicar, por su estado, que estuviesen enfermos. Y tenemos ejemplos en Sierra Morena de madres que sacan adelante a sus cuatro crías sin problemas. La lógica decía que si la de Wali salía adelante sería especialmente valiosa por el número de ejemplares que se incorporarían al parque", plantea.

Guirado rechaza que la Junta actúe con hermetismo con el resto de entidades vinculadas a la conservación del lince en Doñana. "La transferencia de la información es tan importante y tan rigurosa que si no fuese así, Adena no habría podido dar la información que ha usado con los medios de comunicación", dijo.

Buena cría en libertad

Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones de la temporada de cría, los datos preliminares que maneja la Consejería de Medio Ambiente son bastante optimistas. Todos ellos apuntan a que la reproducción en libertad de los linces en Sierra Morena puede ser más que buena, superando incluso los resultados del año 2006 (30 territorios y 24 hembras reproductoras; con un total de 58 cachorros). "Son los cambios de tendencia. Si la tendencia de cría en libertad se mantiene y este año superamos al anterior y ampliamos los territorios, y las traslocaciones a Doñana funcionan y se recuperan los linces en esa zona, creo que estamos ante un cambio de tendencia positivo", dice José Guirado.

En Doñana, existen 18 territorios campeados por hembras, 14 adultas y 4 subadultas. Ello indica, según la Junta, que es previsible que el número mínimo de cachorros y la población a la finalización de la temporada de reproducción mejore. En 2007 nacieron 12 crías de lince. La población en Doñana se mantiene entre 45 y 50 ejemplares, mientras que en Sierra Morena asciende a unos 130 ejemplares.

Archivado En