Lorenzo y Pedrosa, nadie más

Palpita Jerez con más fuerza que nunca al ritmo que marcan dos chavales que circulan a toda pastilla. Jorge Lorenzo, un insolente veinteañero mallorquín que tiene al mundo asombrado por su desparpajo en su debut en MotoGP y que ayer volvió a conseguir la pole, y Dani Pedrosa, dos años mayor, segundo ayer y que en su tercera campaña en la categoría debe espabilarse si no quiere que su compatriota le haga subir los colores. Entre ellos no hay palabras, no hay gestos, no hay nada. Sólo rivalidad, ganas de quedar por delante del otro y demostrar quién es más rápido. Las apuestas están a la ...

Palpita Jerez con más fuerza que nunca al ritmo que marcan dos chavales que circulan a toda pastilla. Jorge Lorenzo, un insolente veinteañero mallorquín que tiene al mundo asombrado por su desparpajo en su debut en MotoGP y que ayer volvió a conseguir la pole, y Dani Pedrosa, dos años mayor, segundo ayer y que en su tercera campaña en la categoría debe espabilarse si no quiere que su compatriota le haga subir los colores. Entre ellos no hay palabras, no hay gestos, no hay nada. Sólo rivalidad, ganas de quedar por delante del otro y demostrar quién es más rápido. Las apuestas están a la par: Lorenzo hoy arranca primero y Pedrosa segundo. Perece que los demás no cuentan. Ni el mito, Rossi (5º), ni el campeón, Stoner (7º).

Según los ensayos, Lorenzo está por delante: su ritmo de giro es terroríficamente alto y constante. Hace apenas cinco meses que comenzó a entrenarse subido a su nueva Yamaha y está desatado. En Qatar consiguió la pole y acabó segundo el día de su debut y ayer volvió a marcar la pauta y es el primer rookie de la historia de la categoría reina que la alcanza en sus dos primeras carreras. Ayer no dejó de darle al mango hasta que hizo cenizas el récord anterior: rebajó en casi un segundo el registro de Capirossi de hace dos años. La llegada de este joven a MotoGP es una noticia fantástica para el motociclismo español. A Lorenzo se le ve en la cara, iluminada como nunca, y en la pista. Giorgio baila en su Yamaha y los tiempos le salen de forma natural.

Un poco más apurado va Pedrosa, con cierto retraso consecuencia de la lesión en la mano que sufrió en la pretemporada y que le ha impedido asumir la batuta del desarrollo de la Honda. Los resultados del catalán deberían ir a mejor, una circunstancia esperanzadora si se atiende a que en Qatar se metió en el podio cuando nadie daba un euro por él.

"Las cosas van bien por ahora", dijo Lorenzo; "sé que soy buen piloto y que tengo una buena moto y serias opciones de ganar. Si conseguimos mantener el ritmo de los entrenamientos, a los demás les será difícil seguirnos". "Lo importante es que hagamos lo máximo con lo que tenemos. Todavía no he podido hacer un test perfecto. Aún falta un poquito", resumió Pedrosa. "Si Jorge va como hoy [por ayer], la victoria será difícil", asumió Rossi, que ve en su compañero de garaje la amenaza más seria: "Su ritmo es impresionante". En la olla de Jerez, con 130.000 moteros, brillan los dos españoles.