El tiempo, muy inestable a lo largo del fin de semana, generó escenas de contraste extremo durante el domingo de Pascua en puntos no demasiado distantes de la geografía valenciana. Así, con unas decenas de kilómetros de por medio, se podía observar el paisaje nevado del interior de Castellón y el chapoteo en las playas de quienes disfrutaban en la costa de las vacaciones.
El centro les pilla a tres cuartos de hora en autobús y las vías rápidas que rodean sus casas pasan de largo. Sólo dejan la contaminación y el ruido. En el horizonte, los vecinos de Forn d'Alcedo atisban las obras del nuevo hospital La Fe, y aunque en línea recta no está tan lejos, tendrán que dar un rodeo para llegar hasta él.
Un hombre se negó en una ocasión a dejarla entrar en su casa para que le arreglara la cisterna del sanitario. Las primeras veces que acudió a los talleres de fontanería algunos trataban de colarse. Y han tenido que aguantar miradas por encima del hombro. Ocurría al principio, y "no con las mujeres, que además nos hacen publicidad".