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ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

El andalucismo desaparece

Coalición Andalucista no saca nada en su primer intento electoral

Por primera vez desde su creación, el Parlamento andaluz se distribuirá en tres grupos y no en cuatro, al quedar borrada de su faz de un plumazo la opción nacionalista. Los pronósticos más negativos se han cumplido y Coalición Andalucista -la oferta unitaria de última hora que engloba a PA, PSA y otros siete partidos- no ha logrado ningún escaño (tenían 5), hecho hasta ahora inédito en la historia de la Cámara andaluza, que siempre ha contando con su presencia.

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El secretario general del PA y candidato de la coalición, Julián Álvarez, compareció poco después de las 12,00 con un aspecto tranquilo, flanqueado por su vicesecretaria en el PA, Antonia Agudo, el vicesecretario general del PSA, Juan Román, y el responsable de Comunicación también del PA, Manual Lazpiur. "Hemos tenido un muy mal resultado, que no esperábamos y que no nos merecemos". "El retroceso de votos ha sido muy fuerte", reconoció, al tiempo que auguró momentos difíciles para la nueva formación: "Tendremos que atravesar un nuevo desierto", dijo, pero insistió en que el "proyecto de unidad del andalucismo es irreversible". Ahora llega el momento de la reflexión, pero no de los cambios: "Las etapas duras", según Álvarez no son buenas para movimientos internos. Sobre las causas de la debacle, no quiso profundizar, aunque apuntó al bipartidismo, como en otras ocasiones, y la confusión del electorado sobre su nuevo proyecto.

El decaer del andalucismo es una vieja historia que empezó a fraguarse hace más de una década con la pelea de los líderes fundadores, los ex alcaldes de Sevilla y Jerez, Alejandro Rojas-Marcos y Pedro Pacheco. A partir de ahí, se han sucedido de manera alterna las rupturas y las reunificaciones, si bien han conseguido tener cierta proyección al gobernar Andalucía en coalición con los socialistas durante el periodo 1996-2004. Tras descolgarse del poder en las elecciones de 2004 al alcanzar el PSOE la mayoría absoluta, el proceso de desgaste interno fue a más hasta tocar fondo.

Con un nuevo cartel electoral, el de Julián Álvarez, un discurso nacionalista redoblado, la guerra abierta a sus antiguos aliados socialistas y una inesperada unidad a las puertas de las elecciones, los andalucistas han tratado de remontar su trayectoria descendente. No ha servido.

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El propio Álvarez reconocía hace unos días que se iban a quedar cortos de tiempo, y por eso atribuía a la cita de hoy el valor de un trámite para un proyecto mucho más ambicioso a largo plazo. Pero los cálculos estaban hechos sobre un resultado de entre tres y dos escaños, la total desaparición, como admitió anoche el candidato, no entraba entre sus hipótesis. Habrá que ver si huérfanos de escaños en el Parlamento andaluz -o lo que es lo mismo: sin presencia y sin dinero-, y mucho menos soporte municipal que hace un par de años, es posible mantener unidos a nueve formaciones ideológicamente tan dispares y de tan distinta procedencia social como, por ejemplo, el Foro Andaluz de Manuel Pimentel o Liberación Andaluza.

El descalabro andalucista se presintió en las municipales. La fuerza mayoritaria, el PA, desapareció del Ayuntamiento de Sevilla, donde había llegado a tener la alcaldía y gobernar a través de pactos con otros partidos durante 12 años. Desde entonces, la bola no ha hecho más que rodar cuesta abajo. La consigna fue sonreír y poner buena cara. En peores plazas ha toreado el partido, decían sus dirigentes, en un titánico ejercicio voluntarista. Ellos mismo habían trazado la línea: las elecciones locales, las primeras después de su salida del Gobierno de la Junta, iban a medir el grado de supervivencia del PA. La medición fue un desastre. Ya se empezó a hablar de la errónea estrategia seguida respecto a la reforma del Estatuto de Autonomía. Su rechazo al texto, explicada poco y mal, desconcertó al electorado tradicional andalucista, acostumbrado a posturas menos radicales.

CA no ha logrado obtener ni un sólo diputado en el Congreso de los Diputados, después de que el PA lo abandonara en 2004 con la salida de José Núñez (Cádiz). Tampoco en el Senado. La coordinadora de la plataforma se reunirá hoy mismo para analizar la situación, aunque el propio Álvarez ha reiterado que el futuro de Coalición Andalucista "es un camino hacia una nueva formación política que agrupe a todos y de cabida a muchos más". Hay que esperar a ver la reacción de otros socios.

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