Un hombre con mucho teatro
El currículo de Paolo Atalaya de Tena Guillén, número 1 del PP al Senado por Badajoz, le define como "guía turístico europeo". Sus conocidos, en cambio, se refieren a él como "hombre de teatro y bohemio, sobre todo bohemio". Él, sin embargo, dice ser "hombre de pocos títulos, pero de muchos estudios".
Paolo Atalaya de Tena Guillén nació el 28 de junio de 1943. De ahí el nombre de Pablo: "El día siguiente era San Pablo. Pero en realidad mi nombre completo es Manuel Pablo Benigno. Lo de Benigno... ni zorra idea". Años en Italia como guía turístico cambiarían Pablo por Paolo, pero en la papeleta del 9 de marzo será de nuevo, y por un día, Manuel Pablo Benigno.
Aunque dice con orgullo guardar el carné de AP, su aterrizaje en política se produjo hace pocos años. "Me he comprometido a dedicar mi década de los sesenta a la política. Al cumplir los setenta me iré, para dejar paso a los jóvenes".
Su vida gira en torno al teatro. "Y, por Dios, que no se me interprete mal: he sido guía turístico mientras he hecho teatro y he hecho política mientras he hecho teatro, pero no hago teatro en la política". Sin embargo, su tono de su voz traslada a los oyentes a un escenario.
Adquirió las primeras tablas cuando sus tías solteras reunían a los niños del pueblo para hacer representaciones. Siguió con su vocación en el colegio de los Jesuitas de Villafranca de los Barros, en donde permaneció interno varios años, al igual que el presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara. "En aquel colegio hubo alumnos que hoy son del PSOE, del PP y hasta de IU", confirma.
Tras esos pinitos, Atalaya decidió montar su propia compañía: La Chambra. "Una chambra era", recuerda, "la chaquetilla que utilizaban los turroneros de Castuera, y precisamente esa tela gris oscuro se elaboraba en la fábrica de tejidos de mi abuelo paterno".
Italia, Nápoles, Polonia, Hungría, la antigua Checoslovaquia, Luxemburgo... Atalaya dice que ha puesto fin a su periplo como guía turístico para "volver a mi tierra, mi pueblo, disfrutar del vino, la sangría, el gazpacho y, a poquito, llegar a la política para luchar por los derechos y las libertades".
Considera "un auténtico despropósito" relacionar el mundo de la cultura con la izquierda. "Yo soy actor y soy de derechas, qué coño. Soy bohemio y soy del PP". Así define la bohemia: "Vivir la vida como uno la entiende, sin ofender a nadie... Claro que algunos la entienden sólo en el Café Gijón o en el Sanit Germain de París".
Solterón empedernido -"la última novia la tuve a los 25 años"-, declama: "¡Silencio! ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente, y Julieta el sol!...".
