
El patriarca de los Ovchinnikova fue deportado por contrarrevolucionario
Viaje al imperio de los susurros
Antonina Golovina nació en 1923 con el estigma de ser la hija de un kulak, otrora propietario de las tierras que cultivaba y, como tal, etiquetado de "enemigo del pueblo" en la era estalinista. Vivió su infancia en el exilio de Siberia, sufrió el acoso de condiscípulos y maestros (una profesora llegó a decirle que merecía ser exterminada) y volcó su juventud en forjarse una nueva identidad, que enterraba para siempre sus orígenes.