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Los precios suben en Europa y EE UU a su mayor ritmo en más de una década

El alza es la mayor desde 1993 en Alemania y desde 1990 en Estados Unidos

En Alemania, donde la estabilidad de precios es casi una religión, la inflación alcanzó en 2007 su nivel más alto desde 1993. En Estados Unidos respiraron aliviados ayer al dar por bueno el dato que sitúa el alza anual de precios en el 4,1%, la mayor desde 1990. En China han saltado las alarmas por la alta inflación. En la zona euro, no ha habido una subida de los precios superior a la de 2007 desde que arranca la serie estadística, en 1997. Quizá no sea un gran consuelo a la hora de hacer la compra, pero la inflación no es un problema sólo español.

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El mundo entero vive una espiral inflacionista impulsada por el constante encarecimiento de las materias primas y de algunos alimentos. De entre todas sobresale el petróleo, que ya ha alcanzado la barrera de los 100 dólares por barril. La sed de países emergentes como China e India, ávidos de energía y bienes en los que sustentar su crecimiento, redunda en un encarecimiento de los productos de consumo en todo el mundo.

Estos elementos invitan a pensar que el fenómeno inflacionista puede ser algo más que una anécdota. Aunque en las series de inflación, 2007 despunta como un caso aislado, la tendencia de moderación puede truncarse a partir de ahora. "Dado que esos fenómenos se han producido sólo en un periodo reciente, puede resultar tentador considerarlos como una distorsión temporal de la tendencia establecida", explica Stuart Green, economista del banco HSBC, que advierte contra esa tentación. "Las presiones inflacionistas a lo largo de 2008 podrían revelarse más duraderas de lo que muchos quisieran creer", concluye el experto en un informe sobre inflación mundial.

La zona euro arrojó ayer el peor dato de cierre del año de su corta historia. Los precios escalaron un 3,1%, un dato que contrasta con el moderado 1,9% de 2006 y pone en alerta al Banco Central Europeo (BCE). El guardián de la estabilidad de precios sitúa su objetivo en el 2%.

La situación es más grave en Alemania, acostumbrada a alzas de precios que rara vez sobrepasan ese tope del BCE. El 2,8% de 2007 duplica el dato del año anterior y se convierte en la peor marca desde 1993. El empeoramiento no se puede atribuir a un mayor crecimiento económico que haya animado los precios, pues en 2006, con la mitad de inflación, se logró un mejor dato de PIB. "Es un dato dramático, pero ha estado impulsado por el crecimiento del IVA", explicó Luigi Speranza, economista de BNP Paribas a Bloomberg.

España sí está más acostumbrada a niveles de inflación elevados como el 4,2% cosechado en diciembre (una décima más si se toma el dato armonizado). El dato es el más alto desde 1995, pero no se aleja mucho del de 2000 o 2002. Ya es casi una tradición que la inflación española sea una de las más altas de la zona euro, pero el diferencial es menor que en esos dos años o en 2005. El desfase se produce en un contexto en el que la economía española crece más deprisa que la zona euro, lo que siempre añade presión a los precios.

En Estados Unidos se produce la aparente paradoja de una inflación desbocada en un contexto de temor a la recesión económica. Los precios de consumo subieron un 4,1% en 2007, una cifra similar a la de España, aunque el dato de diciembre fue mejor de lo esperado. Para encontrar un año más adverso hay que remontarse a 1990, cuando la inflación alcanzó el 6,1%.

Pese a lo abultado del dato, Wall Street considera que la Reserva Federal (Fed) -banco central estadounidense- no cambiará de rumbo y ya hace conjeturas sobre si esperará o no hasta final de mes para rebajar los tipos de interés, informa desde Nueva York Sandro Pozzi. Su presidente, Ben Bernanke, alertó la semana pasada sobre el riesgo del alza de la energía para la inflación, pero el Banco Central está ahora más preocupado por evitar que la economía entre en recesión que por contener los precios.

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