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Reportaje:El futuro de la UE

Las 10 innovaciones clave

El nuevo texto facilita la toma de decisiones y potencia la representación exterior

Andreu Missé

El Tratado de Lisboa supone un gran salto adelante en la construcción europea, pero también plantea serias incertidumbres. Será el tratado número 18 de la Unión Europea, es decir, uno más que modifica los anteriores pero no los deroga. Ésta es la gran diferencia con la Constitución, que pretendía ser un compendio de todos los tratados anteriores y así simplificar el derecho fundamental de la Unión.

Una de las incertidumbres más serias que plantea el nuevo tratado es el reparto de poderes entre el presidente del Consejo Europeo, el alto representante y el presidente de la Comisión. Existen muchas dudas sobre la presidencia de la Unión. Un informe elaborado por EPC, Egmont y CEPS advierte de los riesgos de la división de la presidencia en cinco niveles diferentes:

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1. El presidente del Consejo Europeo.

2. El grupo de tres Estados miembros que forman el equipo presidencial durante 18 meses.

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3. El Estado miembro que ostenta la presidencia durante seis meses.

4. El Alto Representante para la Política Exterior y presidente del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores.

5. El presidente del Eurogrupo, el club de los países del euro.

Algunas de las deficiencias se podrán corregir. El nuevo texto no recoge los símbolos de la Unión (bandera, himno, divisa y Día de Europa) como hacía la Constitución europea. El Parlamento Europeo ha presentado una propuesta, sobre la base de un informe del eurodiputado socialista Carlos Carnero, para que estos símbolos sean oficiales en la Eurocámara.

Las innovaciones más importantes son las siguientes:

- Presidente del Consejo Europeo. El Consejo Europeo -la reunión trimestral de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE- tendrá una presidencia estable de dos años y medio, en lugar de las presidencias rotatorias semestrales. Para el eurodiputado popular Íñigo Méndez de Vigo, el presidente tendría que ser "una autoridad moral". Para el parlamentario socialista Enrique Barón, "la presidencia debería ser más parecida a la de Italia que a la de Francia".

- Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común. La figura del Alto Representante sale fortalecida. Tendrá una triple palanca para actuar: representante del Consejo en las relaciones exteriores, vicepresidente de la Comisión Europea y presidente del Consejo de Asuntos Exteriores. La UE unificará todos sus servicios exteriores, ahora repartidos entre la Comisión y el Consejo.

- La Comisión Europea. Para dotarla de más eficacia, el tratado reduce sus miembros a dos tercios del número de Estados. La selección se hará por rotación y en pie de igualdad a partir de 2014. El presidente de la Comisión, no obstante, "tendrá sus poderes acrecentados", según sostiene el jurisconsulto del Consejo, Jean-Claude Piris, en El Tratado Constitucional para Europa. Un análisis jurídico, un estudio de referencia sobre el nuevo tratado.

- El Parlamento Europeo. "Los poderes del Parlamento son reforzados en materia legislativa, presupuestaria y control político, lo que constituye un verdadero avance en materia de democratización de la Unión", afirma la Fundación Robert Schuman. La codecisión entre Consejo y Parlamento se convierte en el procedimiento normal para legislar. Esto afecta a 43 áreas, especialmente en materias de Justicia e Interior.

- Los Parlamentos nacionales. Las cámaras nacionales podrán recurrir una norma que consideren innecesaria. Disponen de ocho semanas para expresar su disconformidad con los proyectos legislativos de la Comisión. Si un tercio de Parlamentos nacionales expresa interés, la Comisión tiene que justificar su proyecto o modificarlo.

- Sistema de voto más claro. El tratado facilita la toma de acuerdos de una manera más justa y transparente. Con el sistema de la "doble mayoría", para aprobar una medida hará falta contar con el apoyo del 55% de los Estados, y que representen al menos el 65% de la población. Una minoría de bloqueo estará constituida al menos por cuatro Estados miembros. Los líderes polacos exigieron que el acuerdo no entrase en vigor hasta 2014 o 2017.

- Extensión de la mayoría cualificada a 43 nuevas áreas. El tratado elimina el derecho de veto en un total de 43 materias, en las cuales los acuerdos se adoptarán por mayoría cualificada en lugar de la unanimidad. Este cambio radical afecta especialmente a 22 bases jurídicas ya existentes, especialmente en materias de Justicia e Interior. También se aplicará a 21 nuevas áreas, como la energía y los servicios de interés general.

- Carta de derechos fundamentales. La Carta de Derechos Fundamentales "tendrá el mismo valor jurídico que los tratados". La carta se aplica a las instituciones de la Unión y a los Estados miembros solamente cuando aplican el derecho de la Unión. La carta no puede ser empleada en contra del derecho del Reino Unido. Polonia también pidió el opting out de la carta por motivos religiosos. El nuevo primer ministro polaco, Donald Tusk, ha anunciado que la podría ratificar en el futuro.

- Justicia e Interior adoptan el sistema comunitario. Hasta ahora, los asuntos de Justicia e Interior se acodaban por unanimidad por los Gobiernos. En el futuro se aprobarán por el sistema comunitario, con intervención de la Comisión, la mayoría cualificada en el Consejo y codecisión con el Parlamento y con competencia del Tribunal de Justicia. El Reino Unido impuso que el tribunal no intervenga hasta 2014. Además, los británicos podrán seguir beneficiándose de esta derogación después de esta fecha. El Reino Unido e Irlanda se reservan el derecho a asociarse a posibles desarrollos en materia de cooperación policial y en justicia penal, control de fronteras, asilo e inmigración y aplicaciones del acuerdo de Schengen en las que participan.

- Personalidad jurídica de la Unión e iniciativa popular. La Unión estará dotada de personalidad jurídica única y podrá establecer acuerdos internacionales en las materias previstas por los tratados. El tratado reconoce a los ciudadanos el derecho a presentar una iniciativa legislativa ciudadana, cuando un millón de personas lo pidan.

Zapatero abraza al presidente francés, Nicolas Sarkozy, ayer en Lisboa.
Zapatero abraza al presidente francés, Nicolas Sarkozy, ayer en Lisboa.REUTERS
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