_
_
_
_
_
Reportaje:

Del estrellato a las mazmorras

El régimen detiene a la estrella del críquet Imran Jan

El régimen militar se ensañó con el ídolo de Pakistán. La estrella del críquet Imran Jan, que dirige el Movimiento por la Justicia, un pequeño partido que fundó en 1997, fue encerrado el viernes en la mazmorra de Dera Gazi Jan, entre presos comunes y después de 14 horas en un furgón policial en el que recorrió los 400 kilómetros que separan la ciudad de Lahore, donde fue detenido el miércoles, de esta temida prisión del sur de la oriental provincia de Punjab.

Empeñado en luchar contra la corrupción que corroe Pakistán, Imran apoyó en un primer momento el golpe de Estado de Pervez Musharraf (1999). Pronto, sin embargo, se enfrentó a la autarquía dominante; mucho antes que la mayoría de la clase alta paquistaní que ahora grita en las calles contra el dictador. Musharraf, poco amante de las críticas, le convirtió en uno de sus más odiados enemigos.

Más información
Musharraf da largas a EE UU

Tratado como un peligroso criminal, todo apunta a que Imran cumplirá sus 55 años, el próximo día 25, en Dera Gazi Jan, donde ayer inició una huelga de hambre. El régimen ha detenido desde la declaración del estado de emergencia, el pasado día 3, a más de 2.500 abogados, jueces, activistas de derechos humanos y dirigentes políticos, pero con ninguno se ha mostrado tan duro como con este hombre idolatrado por los paquistaníes desde que en 1992 convirtió a su equipo de críquet en campeón del mundo, en un histórico partido contra Reino Unido en el que la antigua colonia venció a la metrópolis.

Acusado de incitar a la sublevación armada, en el marco de la ley antiterrorista vigente en el estado de excepción, Imran podría ser condenado a cadena perpetua, aunque el dictador se manifestó ayer dispuesto a mostrar su magnanimidad y revisar el caso del deportista-político.

Imran Jan se graduó en Oxford en Filosofía y Ciencias Políticas y Económicas y, después de haber compartido mesa y mantel con la más rancia aristocracia británica -incluida la desaparecida princesa Diana, que se hospedó en su casa de Pakistán-, se casó en 1995 con Jemima Goldsmith, hija del multimillonario británico James Goldsmith, que renunció al judaísmo y abrazó el islam para celebrar su boda. Padres de dos niños, se divorciaron en 2004.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Lo tenía todo para ser feliz -guapo, rico, famoso y conquistador-, pero la lacerante pobreza de la mayoría absoluta de los paquistaníes le llevó por otros derroteros. "Los paquistaníes están esperando un salvador. Sólo porque fundé un hospital contra el cáncer y gané la Copa del Mundo creen que puedo ser su hombre. Esto revela lo desesperados que están", dijo antes de fundar Movimiento por la Justicia.

Criado en Lahore, capital de la rica provincia de Punjab, Imran reivindicó en su autobiografía su origen pashtún, la etnia más belicosa.

Al decretarse el estado de excepción, Imran Jan fue puesto bajo arresto domiciliario pero huyó de la casa cuando la policía acudió a detenerle. Permaneció prófugo varios días pero anunció que acudiría a la Universidad de Punjab para participar en una marcha de protesta con los estudiantes. Allí fue detenido, acusado de, entre otras cosas, "incitar a tomar las armas".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_