Una de las plantas ya tiene el permiso ambiental

Mientras la Consellería de Pesca analiza el millar de alegaciones presentadas contra su plan de piscifactorías, una de las plantas incluidas en él ha recibido ya el visto bueno ambiental. Se trata de la granja de oreja de mar que la empresa gallega Galician Marine Aquaculture, SL, proyecta en la localidad de Tal, en el municipio coruñés de Muros. Pese a contar desde el pasado 11 de octubre con la declaración de impacto ambiental que emite Medio Ambiente, sus promotores no podrán poner en marcha el proyecto hasta que la Xunta no apruebe el plan sectorial elaborado por Pesca.

La piscifac...

Mientras la Consellería de Pesca analiza el millar de alegaciones presentadas contra su plan de piscifactorías, una de las plantas incluidas en él ha recibido ya el visto bueno ambiental. Se trata de la granja de oreja de mar que la empresa gallega Galician Marine Aquaculture, SL, proyecta en la localidad de Tal, en el municipio coruñés de Muros. Pese a contar desde el pasado 11 de octubre con la declaración de impacto ambiental que emite Medio Ambiente, sus promotores no podrán poner en marcha el proyecto hasta que la Xunta no apruebe el plan sectorial elaborado por Pesca.

La piscifactoría de Galician Marine Aquaculture tiene un perfil distinto al de la mayoría de plantas incluidas en el plan. La compañía no es una multinacional, sino que ha sido fundada por investigadores gallegos y cuenta con el apoyo financiero de la empresaria coruñesa Rosalía Mera. Su instalación en Muros no ha generado protestas vecinales ni ecologistas. No invade terrenos protegidos y se trata además de un proyecto innovador, ya que será la primera granja marina de España que críe esta especie, también denominada abalón.

La oreja de mar es un molusco muy apreciado en Extremo Oriente. La producción que salga de la planta de Muros irá directamente a mercados internacionales y se comercializará en países como Japón, China o Estados Unidos.

Esta granja marina de Galician Marine Aquaculture no ha generado el movimiento ciudadano de oposición que sí acompaña a otras de las ubicaciones propuestas por Pesca. Eso no impide que sus promotores deban esperar a la aprobación del plan sectorial. "En principio el plan es único e indisoluble", explica Fernando Otero, portavoz del sector, quien sostiene que el plan de piscifactorías es "parcialmente impopular". "La mayoría de las zonas [elegidas por Pesca] no ha suscitado problemas", afirma.